Un tribunal italiano ha paralizado temporalmente la orden de sacrificar a un oso que mató a Andrea Papi, un corredor de montaña en la zona de Trentino, en la parte norte del país, después de que colectivos ecologistas impugnasen judicialmente la orden dada por las autoridades locales.
El Gobierno de Trento ordenó la captura y muerte del oso JJ4, identificado como responsable del ataque al corredor Andrea Papi, de 26 años, tras un examen genético de las muestras.
El caso ha generado especial consternación porque no hay constancia de ningún incidente similar en la historia reciente.
El Tribunal Administrativo Regional de Lazio ha dictaminado este viernes que se paralice el sacrificio del animal, aunque sí abre la puerta a que sea capturado, a la espera de que el Instituto Superior para la Protección e Investigación Ambiental (Ispra) se pronuncie sobre el fondo de este caso y determine la conveniencia o no de dar muerte al oso.
"Lucharemos hasta el final para hacer justicia a mi Andrea", ha proclamado en una carta la madre de la víctima, Franca Ghirardini, que ha confesado el "dolor inmenso". La mujer ha puesto en cuestión la actuación de las autoridades y ha subrayado que, si se produjo el ataque, fue "porque evidentemente no se hizo todo lo que se debía hacer" antes.”
El cuerpo de Andrea Papi fue localizado la semana pasada, justo un día después de que su familia denunciase su desaparición: tenía heridas muy profundas en el cuello, la cabeza y el estómago, y la policía no dudó entonces en señalar que había sido atacado “por un animal muy grande” que debió sorprenderle mientras entrenaba.
La osa que mató al joven, llamada JJ4, es descendiente de Joze, un ejemplar que fue capturado en Eslovenia y liberado en el Parque Natural Adamello Brenta como parte de un proyecto que trató de repoblar con osos los Alpes italianos, hace 25 años.
"Hay más de 120 osos en Trentino, pero descienden de sólo dos machos, Joze y Gasper. El empobrecimiento genético amenaza a toda la población", ha dicho en declaraciones a La Repubblica el zoólogo Andrea Mustoni, uno de los líderes del proyecto.