Carolyn Clark, una mujer de Michigan (EEUU), sabía en lo que se estaba metiendo cuando se casó con su esposo, Andrew, hace 10 años. Él le dijo por adelantado que su familia no había tenido una niña desde 1885. La familia Clark se extendió generación tras generación con nada más que bebés varones.
Según explicó Carolyn en una entrevista con 'Good Morning America', legítimamente, su familia no ha tenido "una chica en la línea directa en más de 100 años". Durante mucho tiempo se pensaba que tener descendencia de un solo sexo estaba determinado por la genética, pero algunos estudios han asegurado que es un proceso totalmente aleatorio. Este hecho hace que lo ocurrido con esta pareja sorprenda todavía más.
La peculiaridad no disuadió a Carolyn. Andrew y ella se casaron y decidieron formar una familia juntos. La pareja dijo que experimentaron un aborto espontáneo en 2021, por lo que cuando se enteraron un año después de que estaban embarazadas de otro niño, se sintieron "agradecidos, pero cautelosos", recoge 'ABC7'.
"Cuando nos enteramos del embarazo, sinceramente, no nos importaba si en ese momento íbamos a tener un niño o una niña. Estábamos agradecidos y rezábamos por un embarazo saludable y un bebé saludable", precisó Carolyn.
A medida que avanzaba el embarazo, los Clark -de Caledonia- decidieron reservar el sexo del bebé para una revelación de género en público. Invitaron a su familia en septiembre del año pasado y prepararon galletas para que, al morderlas, revelaran un glaseado rosado o azul.
"Lo mantuvimos en secreto para nosotros también. Así que asumí que sería azul en el centro de las galletas y sería otro niño en el linaje", señaló Andrew. "Me sorprendió. Miré al centro y realmente era rosada. Así que fue una buena sorpresa para nosotros", agregó.
Audrey Marie Clark nació el día de San Patricio, rompiendo la racha de 138 años de niños en la familia Clark. "Estamos muy felices de que finalmente esté aquí, que esté sana y que todo salió bien con el parto", sentenció Carolyn.