Donald Trump se vio arropado por cientos de sus fans a las puertas del Tribunal de Nueva York donde, por primera vez, un presidente de los EEUU fue arrestado e imputado ante un tribunal, sentado en el banquillo. Se le tomaron huellas pero no hubo esposas. Y en medio de esos momentos, tal vez los peores para su ego en su vida, dos ausencias destacadas junto a Donald Trump. Su mujer, Melania y su ojito derecho, Ivanka.
Cuando se hizo público que Donald Trump había pagado el silencio de Stormy Daniels, en 2018, Melania Trump se fue de la Casa Blanca y se alojó en su lugar en un hotel de Washington D.C., donde pasó varias noches. Así lo asegura "Daily Mail". "Trump estaba fuera de sí porque Melania descubriría los detalles de su indiscreción, una indiscreción con una estrella porno nada menos", contó una fuente al medio británico.
Según Neama Rahmani, exfiscal federal, Donald Trump y sus abogados podrían presentar en el caso una defensa que se apoye precisamente en el deseo de evitar pasar vergüenza a Melania Trump.
Mientras Donald Trump tenía que comparecer ante el tribunal. ella llegaba a la Torre Trump vestida con una elegante chaqueta en color crema y gafas de sol, acompañada por su chófer y escolta. Y no salió del edificio.
Ivanka, su hija, anunció antes de Navidad que no participaría en la campaña de su padre para las próximas Presidenciales. Ninguna de las dos estuvo en el discurso que Trump ha dado en Mar-a-Lago para defender su inocencia. Sí estuvieron con el ex presidente sus hijos Donald Jr. y Eric, pero Melania justificó su ausencia con que quiere pasar más tiempo con su hijo Barron
Treinta y cuatro cargos se han presentado contra Donald Trump, aunque en realidad son todos el mismo delito: falsedad en registro empresarial. En el estado de Nueva York se trata de un delito menor, de una falta prácticamente. Pero la fiscalía subraya que todos esos registros falsos, los famosos pagos a Stormy Daniels para comprar su silencio, se hicieron para encubrir otro delito mayor. ¿Cuál? No se especifica en el texto acusatorio.
El fiscal ha dado a entender que tiene que ver con la financiación de la campaña electoral. Quizá es un as que se guarda en la manga. Pero ante la ambigüedad, Trump y su equipo legal explotan la situación a su favor. "No hay caso, no hay caso", repetía anoche una y otra vez. Somos una nación en declive, se lamentaba. Y acusaba de nuevo a los que llama lunáticos radicales de izquierda de querer interferir en las elecciones.
Al proceso le quedan bastantes meses todavía. Trump no volverá a declarar hasta diciembre. Posiblemente deba preocuparse más por los otros tres casos que tiene abiertos: el asalto al Capitolio, el intento de pucherazo en Georgia y el mal uso de documentos secretos.