El ministro de Seguridad de Buenos Aires, Sergio Berni, ha sido agredido este lunes por docenas de conductores de autobús que protestaban tras el asesinato de un compañero identificado como Daniel Barrientos, asesinado durante un asalto en el barrio de la Matanza. El motivo principal de la huelga, organizada en una autopista de los alrededores, era denunciar la falta de medidas de seguridad contra la delincuencia que Berni había dejado atrás. El político ha sido alcanzado con puñetazos y pedradas que le han provocado heridas en la nariz.
Docenas de conductores de autobús protestaban en la autopista bonaerense tras el asesinato de su compañero a punto de jubilarse. Daniel Barrientos, víctima de los actos mortales de la delincuencia, era un conductor de autobús de línea que falleció de madrugada en un vehículo asaltado por delincuentes en el municipio de La Matanza, uno de los más inseguros en las cercanías de la capital argentina.
Sergio Berni aterrizó en el lugar de la huelga en helicóptero y acompañado del ministro de Transportes de Buenos Aires, Jorge D'Onofrio, para hablar con los protestantes cuando varios de ellos se abalanzaron sobre él. Berni fue recibido con insultos, palazos, pedradas y puñetazos por los manifestantes, algunos lograron golpearlo y provocarle un sangrado en la nariz. Debido a la violencia de los golpes, Berni ha llegado incluso a caer al suelo, momento en el que los asistentes aprovecharon para patearlo.
Con la nariz entumecida, Sergio Berni logró ser protegido por los policías allí presentes y se dirigió hacia los manifestantes explicándoles que el supuesto autor del asesinato del conductor de autobús, había sido detenido por las autoridades. "No hay nadie que venga a poner la cara (...). No salgo corriendo como los demás, estoy aquí", ha recalcado el ministro tras los gritos de "mentiroso" propiciados por sus agresores. También explicó que "no hay soluciones mágicas" para resolver el asunto, si bien se ha mostrado dispuesto a "trabajar" con los colectivos de conductores para mejorar las condiciones de seguridad.
Los asaltos violentos a pasajeros de autobuses que realizan los trayectos entre el populoso casco urbano bonaerense y la capital son frecuentes, y los argentinos determinan que esto es su mayor preocupación, a la cuál, el político no ha sabido poner solución.
Finalmente, Berni ha sido evacuado por policías de la ciudad de Buenos Aires que han reprimido a los manifestantes. El político ha forcejeado con los uniformados porque no quería retirarse del lugar donde intentaba establecer un diálogo con sus agresores.