Un total de 23 personas han muerto en el estado norteamericano de Misisipi durante el paso, a última hora del viernes, de un tornado que ha dejado un rastro de destrucción a lo largo de 160 kilómetros. Cada año, de media, 1200 tornados azotan EEUU, algunos realmente devastadores y con un gran coste humano, según ha confirmado el Gobernador Tate Reeves.
"Al menos veintitrés habitantes de Mississippi murieron a causa de los violentos tornados de anoche. Sabemos que muchos más están heridos. Los equipos de búsqueda y rescate siguen activos. La pérdida se sentirá en estos pueblos para siempre. Por favor, oren para que la mano de Dios esté sobre todos los que perdieron familiares y amigos", ha escrito en su cuenta de Twitter.
El condado más afectado ha sido el de Sharkey, donde al menos 13 personas han fallecido, seguido de los condados de Carroll y Humphreys, con tres muertos en cada uno. Otras dos personas han fallecido en el condado de Monroe, según las estimaciones de los diferentes departamentos forenses a la cadena estadounidense CNN.
No obstante, la cifra de fallecidos podría aumentar dada la magnitud de las operaciones de búsqueda y rescate que están teniendo lugar ahora en los condados de Sharkey y Humphreys, tal y como ha explicado la Agencia para Gestión de Emergencias del estado.
De hecho, la localidad de Rolling Fork, donde residen unas 2 500 personas "ha quedado prácticamente devastada", según el presidente de la organización humanitaria United Cajun Navy, Todd Terrell, como también Silver City, una población con unos 340 habitantes, que ha sido escenario de enormes daños, según el agente de la Patrulla de Carreteras Jose Watson.
"Ahora mismo diría que esto me recuerda al tornado de Joplin", ha añadido Terrell en referencia al tornado que costó la vida en 2011 a 161 personas, "o peor".