Eleanor Williams, una joven de 22 años que afirmó falsamente haber sido violada por varios hombres y ser además víctima de tráfico de personas, ha ingresado en prisión tras ser condenada a ocho años y medio de cárcel. Sus declaraciones e imágenes publicadas en las redes sociales, donde mostraba las supuestas lesiones que le habían provocado, levantaron protestas incluso en su ciudad natal, Barrow-in-Furness, en Inglaterra (Reino Unido). Sin embargo, el Tribunal de la Corona de Preston ha determinado que ella misma infligió las heridas con un martillo.
El testimonio de la joven, antes de conocerse que era falso, hizo que tres hombres inocentes tuvieran que hacer frente a una batalla judicial y a la entrada en prisión durante un intervalo de tres años. Uno de ellos incluso intentó quitarse la vida después de ser atacado y sufrir el "infierno en la tierra". Según recogen medios como 'BBC', Jordan Trengove, estuvo 73 días encarcelado y tuvo que compartir celda con un delincuente sexual convicto tras ser acusado como resultado de las afirmaciones de Williams.
Eleanor habría mentido respecto a lo que le ocurrió con los tres hombres (publicó vídeos en redes que resultaron virales), que han sido declarados inocentes de todos los delitos. En marzo de 2019, Jordan Trengove la llevó a casa tras un día de juerga. Sin embargo, la joven aseguró que la había violado esa noche y en otras dos ocasiones, además de alegar que la amenazó con un cuchillo, algo que no ocurrió, según han determinado los jueces. Mientras, Mohammed Ramzan, un empresario para quien estuvo trabajando Williams, fue acusado de intentar introducirla en el mundo de la prostitución.
Él recibió numerosas amenazas de muerte. La joven dijo que Ramzan la llevó a Blackpool y que la obligó a tener relaciones sexuales con varios varones. Pero se demostró que viajó sola y estuvo en su hotel viendo YouTube. Asimismo, Oliver Gardner, el tercer implicado, dijo que un encuentro casual con Williams en Preston una noche lo llevó a ser acusado de ser un violador que había intentado traficar con ella y haberla vendido a dos hombres asiáticos, algo que tampoco fue así.
El juez Robert Altham destacó que Williams había experimentado dificultades desde la infancia y tenía un historial de autolesiones. Sin embargo, dijo que sus acusaciones eran de la mayor severidad y que era preocupante que "no hubiera ningún signo significativo de remordimiento" y "ninguna explicación de por qué el acusado cometería estos delitos". El magistrado describió las afirmaciones de la joven como "completa ficción".
"Ha hecho todo lo posible para crear acusaciones falsas, incluida la de causarse lesiones importantes", sentenció. La defensa de la joven emitió una carta escrita por ella en la que indicaba "sabía que había hecho algo mal", pero que no aceptaba "ser culpable". Fue declarada culpable en enero de ocho cargos de realizar "actos tendientes a pervertir el curso de la justicia". Ahora, tras recibir la sentencia, pretende tomar medidas contra las autoridades.