Shanteari Weems, una mujer de 50 años, era propietaria de una guardería en Owings Mills, una localidad del estado de Maryland (EEUU). Su todavía esposo, James Weems, de 57 años, es un agente de la Policía de Baltimore retirado desde 2005. Cuando Weems dejó dicho trabajo, se empleó durante dos años como conductor del autobús del centro infantil.
El pasado 22 de julio, el matrimonio se encontraba de viaje en Washington DC. Ambos comenzaron una fuerte discusión a raíz de que James fuera acusado de haber abusado y agredido sexualmente de varios menores. Fue la madre de una de las presuntas víctimas quien advirtió a Shanteari sobre lo ocurrido. Por otra parte, en Reino Unido, Lily Dee, una influencer de 35 años, ha pedido ayuda para detener al agresor de su padre, que está grave tras un intento de asesinato.
El enfrentamiento fue a mayores y Shanteari disparó a su marido. Su abogado, Tony García, argumentó que fue en defensa propia cuando él avanzó hacia ella de manera amenazante. El hombre, alcanzado por las balas en el cuello y en una pierna, no murió.
"Sentí que la sangre se había drenado de mi cuerpo porque era mi esposo. Se suponía que me ayudaría a proteger a estos niños. Siempre me dijo que él era mi protector. Entonces, cuando escuché las acusaciones, sentí que mi mundo había terminado", señaló Shanteari ante el magistrado Michael O'Keefe.
La mujer, quien se declaró culpable de agresión con agravantes y de portar una pistola sin licencia, fue condenada a cuatro años de prisión por el Tribunal Superior de Washington DC. Este pasado mes de febrero, solicitó el divorcio de Weems.
Ahora, en la primera entrevista que ha ofrecido desde entonces, al canal de televisión 'WUSA9', tras ser preguntada si se arrepentía, señaló que lamentaba su acción para, a continuación, subrayar que "me disculparé cuando él se disculpe con esos niños".
Además, manifestó que "a pesar de mi entorno, estoy bien. Tengo muchos seguidores y personas que me animan y me ayudan a sobrevivir". También explicó que cuando vio "el dolor en el rostro de esa madre, supo que no estaba mintiendo". Y reconoció que llegó a plantearse el suicidio por "haber confiado en la persona equivocada".
Después de hacerse público lo sucedido, en redes sociales se inició una campaña que pedía la liberación de la mujer, con el hashtag #FreeShanteari, ya que muchos la consideran un "ángel vengador" y una heroína que realizó un acto de justicia.
En estos momentos, James Weems se encuentra en prisión provisional a la espera de ser juzgado, el próximo mayo, por 33 cargos de violación y delitos sexuales.