Desde que estalló la guerra en Ucrania, el ejército ruso ha atacado con crueldad al pueblo ucraniano, así como a los miembros del Ejército de Ucrania, a los que ha torturado según iban siendo capturados. Prueba de ello, son las cárceles de Jersón, que fueron utilizadas para tales atrocidades. Por no olvidar de los desgarradores testimonios de los supervivientes, como el de Alexander Dyakov, quien fue detenido y torturado durante 17 días por las tropas rusas en Ucrania por su activismo. De recuerdo de aquellas atrocidades, el ejército ruso lo dejó incapacitado de por vida.
La región de Jersón fue liberada de la opresión rusa hace ya cuatro meses, desde entonces se han encontrado verdaderas atrocidades llevadas a cabo por Rusia durante su 'gobierno del terror': desde fosas comunes con cadáveres con signos de torturas tales como mutilaciones o violaciones de niños y bebés. Un escenario que fue calificado como "el mini Auschwitz" de Pisky-Radkivski, después de que se encontrara que les sustraían los dientes a los muertos como recuerdo.
Uno de estos escenarios de tortura era en la Cuartel General de la policía de Jersón, en sus sótanos, el ejército ruso humillaba y torturaba a los contrarios al régimen que intentaban imponer a la fuerza. Solamente en éste lugar, se han documentado por lo menos diez muertes por tortura, aunque no se descarta que el número aumente según vaya avanzando la investigación. A pesar de que la región fue liberada hace cuatro meses con la retirada del Ejército ruso, no se había podido acceder al interior, ya que en su huída minaron todo el recinto.
En los pequeños habitáculos que allí se encuentran, eran encerrados varias personas. Sin espacio para vivir, tenían que hacer sus necesidades en el mismo sitio en el que tenían que mantenerse de pie, impregnándose el olor en las paredes. Un 'perfume' que todavía sigue estando presente y que dificulta su estancia durante un largo tiempo en aquellas cárceles de tortura. En este recinto, el ejército ruso, sólo torturaba a policías y altos cargos del Ejército de Ucrania que eran capturados por sus soldados.
Eduard fue uno de ellos. Una treintena de soldados del ejército ruso irrumpieron en su casa y se lo llevaron a rastras. Con los ojos vendados llegó al Cuartel General de Jersón, donde fue encerrado en una de las minúsculas celdas. Durante su estancia, fue sometido a sendas torturas como descargas eléctricas o golpes. Además, era privado del sueño.
Ahora, una vez que todo el horror ha pasado, sólo quiere terminar de recuperarse para volver a su puesto de trabajo.