La encarnizada batalla por Bajmut: por qué está ciudad ucraniana es tan importante para Putin

  • Con la conquista de Bajmut, Putin busca su primera victoria importante sobre el terreno en más de seis meses

  • La cruenta batalla de trincheras en esa localidad del este de Ucrania ha sido comparada con la Primera Guerra Mundial

  • En esta ciudad conocida por sus minas de sal y yeso solo quedan unos 4.000 civiles de los 70.000 que vivían allí antes de la invasión

El objetivo más inmediato de Vladimir Putin en su guerra en Ucrania tiene un nombre: Bajmut. En esa ciudad en el este del país, en el Donbás, se libra una de las batallas más feroces. El presidente ruso -que necesita desesperadamente apuntarse una victoria- quería haber proclamado su conquista en el primer aniversario del conflicto (el pasado 24 de febrero); pero no lo consiguió. En un terreno machacado por la artillería, y entre trincheras embarradas, se producen encarnizados combates con tácticas que han sido comparadas con las de la Primera Guerra Mundial.

El asedio se ha recrudecido en las últimas semanas. Los militares rusos y los mercenarios del Grupo Wagner atacan implacablemente la ciudad. Es un combate calle a calle. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha reconocido esta semana que la situación de las fuerzas de Kiev en Bajmut es "complicada". Pero, ¿por qué es tan importante esta localidad situada en la región de Donetsk para Moscú? ¿Cuál es su valor estratégico real?

Para Rusia, el triunfo en Bajmut, le abriría el camino para controlar por completo la región del Donbás, que limita con Rusia. Para los expertos, sin embargo, esto no cambiaría sustancialmente el curso de la guerra.

Gran valor simbólico y propagandístico

Kiev, por su parte, afirma que Bajmut tiene un valor estratégico limitado. Otra cosa es su importancia simbólica. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, llegó a calificar la resistencia a ceder el control de la ciudad como la "fortaleza de nuestra moral".

Pero el coste es alto. Los combates allí se han cobrado muchas vidas (tanto en las filas rusas como en las ucranianas). Y Kiev reconoce ahora que esa defensa no será a cualquier precio. "Creo que, tarde o temprano, probablemente tendremos que irnos de Bajmut. No tiene sentido mantenerlo a toda costa", afirmaba el miércoles pasado un parlamentario ucraniano, Serhiy Rakhmanin, en Radio NV.

Putin necesita una gran victoria sobre el terreno

El Kremlin necesita un a gran victoria sobre el terreno, tras la retirada de Jersón (en el sur) y el retroceso en Járkov (en el noreste). Si se apodera de Bajmut, sería su primer gran triunfo en más de medio año.

La localidad se encuentra en la región de Donetsk, uno de los cuatro territorios que Moscú se anexionó el pasado octubre tras unos referéndums ilegales celebrados sin ningún tipo de garantía. Tras renunciar a su objetivo de tomar Kiev, Putin reafirmó hace meses su intención de concentrarse en el Donbás; allí el conflicto con Kiev permanece abierto desde 2014, tras la anexión rusa de la península de Crimea.

Una ciudad fantasma conocida por sus minas de sal y yeso

El presidente ucraniano ya anunció el pasado diciembre que las tropas rusas habían reducido la ciudad de Bajmut a "ruinas quemadas". Y la presión se ha recrudecido aún más. Es una ciudad fantasma. Antes de la invasión, vivían allí más de 70.000 personas; actualmente quedarían unos 4.000 civiles que se enfrentan, además, a la falta de electricidad, calefacción y agua.

La localidad era conocida por sus minas de sal y yeso y toma su nombra del río Bakhmutovka. Durante la época soviética, pasó a llamarse Artyomovsk y mantuvo este nombre hasta 2016, año en que recuperó el anterior.

El pasado enero, Moscú se apoderó de la pequeña localidad de Soledar, a tan solo 10 kilómetros al norte de Bajmut. El grupo de mercenarios Wagner (que según la Inteligencia de Reino Unido ha desplegado a 50.000 combatientes en Ucrania) se adjudicó "el mérito" de ese triunfo. Se consideró un paso importante en el avance hacia Bajmut. Si está o no a punto de caer en manos rusas de forma inmediata -como se ha vaticinado- es uno de los interrogantes en esta guerra de desgaste y horizonte incierto.