Así es el búnker donde vive Zelenski desde que estalló la guerra en Ucrania

Alejado de su familia y escondido en un refugio, así es el día a día del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, encerrado en un búnker desde que estalló la guerra en Ucrania hace ya un año con la invasión del ejército ruso. Durante este tiempo, Ucrania ha cambiado drásticamente, lo que antes eran ciudades, ahora son montañas de escombros. Los millones de habitantes que habitaban el país tuvieron que huir de sus hogares para salvaguardar sus vidas. Muchos a otros países, como España.

Por motivo del aniversario de la guerra, Zelenski ha abierto las puertas de su bunker, el que desde hace un año se ha convertido en su hogar: "Aquí es donde vivo", señala orgulloso el presidente ucraniano. Allí no está rodeado de lujos, cuenta con lo imprescindible. En un pequeño dormitorio cuenta con una cama, un televisor y unos pocos muebles, entre los que se encuentra un escritorio. Una habitación sencilla, al igual que el cuarto de baño.

Un armario repleto de ropa militar y el 'traje de la victoria'

En la habitación, como es de esperar, también cuenta con un armario repleto de la ropa militar con la que se le ha solido ver desde que dio comienzo el conflicto bélico. Toda es prácticamente igual, verde y negra. Solo destaca un atuendo frente al resto, el 'traje de la victoria', con el que el mandatario de 45 años piensa celebrar la "pronta" victoria de Ucrania frente a Rusia: "volveremos a usar trajes", afirma Zelenski.

Los combates encarnizados continúan en el frente este de Ucrania

La ciudad de Bajmut sigue siendo uno de los mayores focos de combate entre Rusia y Ucrania, allí la dureza de los bombardeos está dejando una ciudad desolada. El ejército ucraniano está sacando todas sus agallas a relucir para impedir que los rusos les rodeen por completo. En caso de que eso ocurriese, sería la mayor victoria del ejército ruso en mucho tiempo. En estos combates han muerto ya miles de militares de ambos bandos.

Las consecuencias de la guerra la están sufriendo sobretodo los civiles. Muchos se niegan a abandonar sus hogares a pesar de la crudeza de los combates, principalmente personas mayores. Estos tienen que ser rescatados 'in extremis' por los voluntarios que se juegan la vida a diario para conseguir salvarlos de las zonas atacadas.