Sunak, a punto de cerrar un nuevo acuerdo del Brexit con la UE
Las negociaciones se han intensificado en las últimas horas y podría convocar una reunión de Gabinete este domingo y presentarlo en el parlamento este lunes
El acuerdo resolvería la situación fronteriza en Irlanda del Norte después de las tensiones provocadas por el tratado firmado en enero de 2020 por Johnson
El primer ministro todavía debe convencer a los unionistas norirlandeses y a los brexiteros duros de su partido que se oponen con Johnson a la cabeza
El Reino Unido y la Unión Europea (UE) están muy cerca de cerrar un nuevo acuerdo del Brexit que solucione definitivamente los problemas en la frontera de Irlanda del Norte. El acuerdo se podría rematar tan pronto como este domingo. Desde Downing Street, la oficina del primer ministro, Rishi Sunak, han hablado de “avances positivos” en las negociaciones en los últimos días. El secretismo ha rodeado esta última ronda de diálogo desde que llegó al poder Sunak el pasado 25 de octubre, a diferencia de sus antecesores Boris Johnson y Liz Truss.
Sunak ha puesto en alerta a su gabinete ante una eventual reunión de emergencia este domingo para discutir los últimos flecos del acuerdo y pavimentar su presentación en el parlamento este mismo lunes. Desde el Partido Conservador se ha enviado la orden a todos los 355 parlamentarios ‘tories’, como se conoce a los conservadores, para que asistan al parlamento el lunes por la tarde. Les han impuesto el máximo grado de disciplina de partido para asegurarse que todos se presentan. El objetivo es dar una imagen de unidad, aunque no será fácil.
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El pasado domingo Sunak y Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea (CE) se reunieron en Munich, donde se celebró la conferencia de seguridad con los principales líderes mundial. También se reunió con el presidente francés, Emanuel Macron, y con el canciller alemán, Olaf Scholz. Más allá de estas reuniones oficiales, hace tiempo que los negociadores de los dos bandos están conversando discretamente y lo siguen haciendo este fin de semana.
De hecho, estaba previsto que Von der Leyen viajara a Londres este sábado para ser recibida por el rey Carlos III en Buckingham para sellar allí el acuerdo pero la visita fue cancelada a última hora por “motivos operacionales”, según ha explicado Sky News. Johnson y los brexiteros duros de su partido, que se oponen a este tratado, han criticado que se involucrara al monarca en asuntos políticos perdiendo su histórica neutralidad institucional. Von der Leyen podría viajar este lunes a Londres para simbolizar el compromiso.
El origen del problema
El principal desacuerdo del pacto del Brexit cerrado por el entonces primer ministro, Boris Johnson, es el protocolo de Irlanda del Norte impuesto por la UE para mantener la frontera abierta en la isla de Irlanda entre Irlanda del Norte (territorio británico en el noroeste de la isla) y la República de Irlanda (territorio europeo). La frontera abierta fue un requisito obligatorio de los acuerdos de paz firmados, con el beneplácito de Londres y de Dublín, entre unionistas probritánicos protestantes y republicanos proirlandeses católicos en 1998 para poner fin a treinta años de conflicto armado.
En ese momento, diciembre de 2019, Johnson acababa de ser elegido por su partido como nuevo líder y, en consecuencia, nuevo primer ministro tras la dimisión de Theresa May. En realidad, fueron los miembros de la facción más dura de los conservadores, el llamado Grupo de Reforma Europea (ERG), los que forzaron la caída de May y auparon a Johnson. El motivo fue que May apostaba por un Brexit blanco con la UE para contentar a los unionistas norirlandeses del Partido Unionista del Ulster (DUP), que entonces eran socios del Gobierno de Londres y se oponían al Brexit duro que proponían Johnson y el ERG porque obligaba a Irlanda del Norte a quedar dentro del mercado único y de la unión aduanera. May pretendía dejar parte de la economía británica dentro de la unión aduanera y del mercado común para evitar la frontera. El DUP quería romper con la UE (de hecho, fue el único partido norirlandés que hizo campaña por el Brexit) pero mantener la no frontera con Irlanda, algo que era imposible según los acuerdos de paz y según las condiciones del mercado común europeo.
La decisión de Johnson
Todo cambió cuando Johnson llegó al poder el 24 de julio de 2019 para asegurar el Brexit. Lo que hizo fue dejar a Gran Bretaña fuera de la UE y a Irlanda del Norte dentro. Para cerrar el acuerdo aceptó el protocolo de Irlanda del Norte con la UE que trasladaba la frontera europea a la costa, al mar que separa Irlanda (donde está Irlanda del Norte) y Gran Bretaña (donde están las otras tres naciones que integran el Reino Unido: Inglaterra, Gales y Escocia). Por tanto, dejaba a Irlanda del Norte dentro de la unión aduanera y del mercado común. Se establecía un control sobre todos los productos que cruzaban la frontera. O sea, se rompía el mercado interior británico.
La jugada de Johnson era conseguir cerrar un acuerdo con la UE para poder presentarse como el artífice del Brexit y ganar las elecciones y lo consiguió. Se impuso por una mayoría aplastante en las elecciones de 2019 con la promesa del Brexit. Ya no le hacía falta el DUP para gobernar. Se aprobó el acuerdo del Brexit con el protocolo norirlandés en el parlamento. Los unionistas y los lealistas unionistas se enfadaron. Los paramilitares lealistas se salieron de los acuerdos de paz, los empresarios norirlandeses se vieron perjudicados, los republicanos del Sinn Féin ganaron por primera vez las elecciones regionales y los unionistas del DUP abandonaron el gobierno compartido hasta que no se eliminara el protocolo y la frontera interior.
Los republicanos irlandeses piden ahora un referéndum de reunificación de la isla de Irlanda, un plebiscito que estaría contemplado por los acuerdos de paz. Los unionistas siguen bloqueando la formación de cualquier gobierno compartido en la región hasta que el gobierno central no se deshaga del protocolo.
Las claves
Se desconoce cuál es el contenido preciso del nuevo acuerdo. Solo se conocen las posturas iniciales una vez implementado el protocolo, cuando empezaron los problemas. La propuesta británica estaba especificada en un documento presentado por el Gobierno de Johnson en el Parlamento el 21 de julio de 2021 y elaborado por Suella Braverman, entonces abogada general del Gobierno, ahora ministra del Interior de Sunak y cabeza visible de los brexiteros duros del grupo ERG de los conservadores. En el documento pedía que se eliminara cualquier rol que puedan tener las instituciones europeas sobre el Reino Unido, incluido el Tribunal de Justicia Europeo.
Pedía reescribir grandes partes del Protocolo, incluidos el artículo 5, que cubre los controles del Brexit y los documentos aduaneros, y el artículo 12, que se refiere a la supervisión y cumplimiento de los acuerdos. Y sugería modificar los artículos 6 y 7 sobre la protección del mercado interno británico. El Gobierno británico se quejaba de que la participación de la UE en la vigilancia del acuerdo “genera desconfianza y problemas”. La UE proponía reducir el papeleo a los productos británicos en un 50% y los controles a productos alimenticios y fitosanitarios en un 80%.
Estas fueron las posiciones de partida de las dos partes. De fondo, la posición desafiante de Johnson ante la UE con la propuesta de ley presentada en el parlamento de Westminster para proteger el mercado interior británico y eliminar de forma unilateral las partes inconvenientes y la denuncia de la UE al Reino Unido por violar acuerdos internacionales. La propuesta de ley , entendida como una amenaza para la UE, está aprobada por la cámara baja. Falta la cámara alta, pero Sunak cree que tal vez no sea necesaria si consigue llegar a un acuerdo con la UE. Desde que se materializó el Brexit en enero de 2021 (tras un periodo de transición) nunca se ha llegado a imponer todos los controles en la frontera porque se le ha dado un periodo de gracia tras otro
El desenlace
Se espera que este domingo se cierre el acuerdo y que se fijen dos vías en la frontera, una vía rápida sin controles para los bienes procedentes de Gran Bretaña que se quedan en Irlanda del Norte (previamente registrados y con algún organismo de sanción para los que mientan) y otra con controles y papeleo para los productos con destino a la República de Irlanda a través de Irlanda del Norte. No se sabe cuál será el poder del Tribunal de Justicia Europeo. Sunak, que votó a favor del Brexit, tiene un acercamiento más pragmático al problema que Johnson.
Sunak tendrá que convencer por un lado a los brexiteros del ERG por un lado, con Johnson, Braverman y Rees-Mogg al frente, que ya han expresado su oposición y han advertido de una fuerte rebelión en el partido si no se respeta la soberanía política, económica y judicial británica. Y por otro, a los unionistas del DUP en Irlanda del Norte, con los que ya se reunió el jueves pasado y que mantienen que no formarán gobierno en la región si no se elimina el protocolo.