Entrevistada por Informativos Telecinco nada más recibir el Premio APM Periodista Joven del Año, uno de los más prestigiosos de la profesión, Laura de Chiclana, corresponsal de Mediaset España en Ucrania, ha querido expresar su agradecimiento y felicidad por el reconocimiento a su trabajo en primera línea para narrar todo lo que está ocurriendo en la guerra.
“Estoy contenta porque esto significa que he hecho un buen trabajo. Ha sido un honor para mí recibir este premio siendo mujer, joven y freelance, habiendo trabajado con vosotros. Agradezco muchísimo tanto a Overon como a Mediaset, a mi familia, a Mariano, todo el apoyo y todo lo que me habéis dado siempre. Sin ustedes no podría haber conseguido este premio. Es un honor porque mi trabajo, y para lo que yo fui a Ucrania, es para darle voz a aquellos que no la tienen, es decir, los civiles, que son los que están sufriendo esta guerra”, ha dicho, recalcando el mensaje que pronunció tras recibir el galardón.
Dando una extraordinaria cobertura de la invasión rusa para Telecinco y Cuatro, la sevillana nos ha acercado con valentía al drama de la guerra desde el inicio de la ofensiva llevada a cabo por las fuerzas de Vladímir Putin. Entonces, cuenta, básicamente decidió lanzarse a viajar al territorio para contar fielmente todo cuanto veía y presenciaba, siendo en ese proceso testigo directa de los ataques.
“Básicamente me fui con lo puesto y con mi cámara de fotografía en la mano para poder denunciar las injusticias y los horrores de la guerra. Con muchísimo miedo, porque no sabía qué iba a ser de mí ni que repercusión iba a tener el trabajo. Pero bueno, parece ser que algo bien he tenido que hacer. Ha habido repercusión, que es lo que yo quería, que la gente supiese la verdad, y estoy muy contenta por ello”, cuenta.
A apenas días de que la guerra en Ucrania cumpla un año desde el inicio de la invasión rusa, Laura de Chiclana cuenta que para ella sigue siendo imposible conciliar el sueño mientras los misiles siguen cayendo y arrasando el territorio.
“Gran parte del país está muy acostumbrado y puede dormir perfectamente. Yo no. Yo sigo sin poder dormir allí. Sigo sin estar acostumbrada a una guerra. Duermo de media 4 horas al día. Me acuesto asustada y me despierto siempre sobresaltada, pasándolo muy mal por el miedo de que pueda caer en cualquier momento un cohete, un misil donde yo me encuentro, así que estoy un poco preocupada por poder dormir ahora cuando regrese”, cuenta.
Durante todo este tiempo han sido ocho meses yendo y viniendo, y en ese tiempo, explica, Ucrania también ha cambiado.
“Cuando llegué a Ucrania me encontré un país muy asustado, pero con la esperanza de que todo acabase muy rápido, en un mes o dos, y ahora voy a regresar a un país que sigue asustado, pero gran parte del país está haciendo una vida relativamente normal, quitando las zonas más peligrosas en estos momentos y donde se está dando la parte de la guerra más cruenta, que es en el Donbas y en el sur, básicamente. Allí es donde de verdad se está pasando mal. Me voy a encontrar ahora mismo una situación dura. Creo que va a ser peor de lo que he vivido antes. Es un momento muy sangriento en muchas partes del país, y con muchas personas muy agotadas. Sobre todo, en el Donbás, porque la guerra empezó allí ya hace casi 10 años, y lo que me voy a encontrar sobre todo son civiles agotados de una guerra tan larga”, explica, a solo unas horas de regresar.