Tres estudiantes murieron este lunes en un tiroteo en la Universidad de Michigan, Estados Unidos. Se trata de Alexandria Verner, una amante del baloncesto; Brian Fraser, líder de una fraternidad y Arielle Anderson, que soñaba con ser cirujana. El autor de los disparos se suicidó cuando iba a ser arrestado.
Alexandria Verner, alumna de tercer año de la Universidad de Michigan, donde se produjo el tiroteo, estaba estudiando biología integrada y antropología.
Verner "era y es increíblemente amada por todos", dijo el superintendente del distrito, Billy Shellenbarger, en un comunicado el martes. "Ella fue una gran estudiante, atleta, líder y ejemplificó la amabilidad todos los días de su vida".
"Si la conocías, la amabas y siempre recordaremos el impacto duradero que ha tenido en todos nosotros", afirmó Shellenbarger y agregó que los padres, la hermana y el hermano de Verner estaban “afligidos, pero ciertamente ya sienten el apoyo edificante de este tremenda comunidad”.
Verner mostraba en sus perfiles en redes sociales su pasión por el baloncesto y el voley, con fotos y vídeos en Clawson. Allí en los campos de entrenamientos acudieron cientos de estudiantes para poner velas y recordarla.
Los asistentes guardaron un momento de silencio de 24 segundos en honor a Verner, quien usaba la camiseta número 24 cuando era jugadora de baloncesto en Clawson High. “Mientras guardas silencio”, dijo Shellenbarger por megafonía, “piensa en su sonrisa, piensa en esa heroína que estuvo entre nosotros durante 20 años”.
Brian Fraser, otro de los fallecidos, era estudiante de segundo año. Fue presidente de la fraternidad Phi Delta Theta en la Universidad Estatal de Michigan. En un comunicado este martes, sus miembros dijeron sentirse "desconsolados" por su muerte.
“Brian era nuestro líder y lo amábamos”, señaló la fraternidad. “Se preocupaba profundamente por sus hermanos Phi Delta, su familia, la Universidad Estatal de Michigan y Phi Delta Theta. Extrañaremos mucho a Brian y lloraremos profundamente su muerte mientras nos apoyamos mutuamente durante este momento difícil”.
La tercera víctima mortal del tiroteo es Arielle Anderson, de tercer año y que soñaba con ser cirujana. De hecho, trabajaba duro para graduarse antes de tiempo. “Tanto como la amábamos, ella nos amaba a nosotros y a otros aún más”, ha dicho su familia en un comunicado.
“Le apasionaba ayudar a sus amigos y familiares, ayudar a los niños y servir a las personas. Estamos absolutamente devastados por este atroz acto de violencia contra ella y muchas otras víctimas inocentes”, ha afirmado su familia.
Los tres murieron este lunes cuando Anthony McRae la emprendió a tiros en Berkey Hall y MSU Union, un lugar popular para comer y estudiar entre los alumnos de la Universidad Estatal de Michigan.
El autor de los disparos huyó del lugar pero fue localizado horas después por la Policía. Se enfrentó a ellos y prefirió suicidarse antes de que lo arrestaran o abatieran. No tenía ninguna relación con la Universidad. Su familia, consternada, ha explicado que era una persona solitaria, que nunca estuvo bien, especialmente desde la muerte de su madre hace unos años.