La imagen de Mesut sosteniendo la mano de su hija Irmak de 15 años que yacía bajos los escombros tras los terremotos que afectaron a Turquía y Siria, dio la vuelta al mundo por lo impactante del momento.
Mesut, un padre turco de 49 años, fue fotografiado mientras se encontraba encaramado a un montón de amasijos de hormigón sujetando dulcemente la mano de su hija de 15 años quien había fallecido aplastada tras el sismo.
Mesut además de a su “princesa” también ha perdido a otros seis miembros de su familia por los terremotos, entre los que se encuentra su madre, sobrinas y sobrinos.
En declaraciones recogidas por Daily Mail, el padre trató de liberar con sus propias manos a su hija, ‘pero al final tuve que abandonarla entre los escombros”
Mesut pasó horas a la intemperie, a pesar del intenso frío, sin soltar la mano de su hija hasta que los rescatistas recuperaron el cuerpo de su hija.
Devastado por las pérdidas el hombre ha tenido que enterrar a su “princesa”, madre y sobrinos en el cementerio de Kapiçam, donde se han abierto 3.000 nuevas parcelas para dar cobijo a los muertos del terremoto.
La Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD), dependiente del Ministerio del Interior de Turquía, ha apuntado este miércoles a una "situación inusual" durante las tareas de búsqueda y rescate tras los terremotos registrados la semana pasada en el sur del país, cerca de la frontera con Siria, debido a que se han registrado cerca de 3.900 réplicas desde entonces.
"Hubo una réplica muy intensa. Estamos haciendo frente a una situación inusual. Hasta ahora se han registrado 3.858 réplicas", ha señalado el director general de la AFAD para Reducción de Riesgos, Orhan Tatar, quien ha confirmado además que los desplazamientos de tierra a causa del terremoto son en algunos puntos de más de siete metros, según ha informado la agencia estatal turca de noticias, Anatolia.
Asimismo, el Ministerio de Planificación Urbana de Turquía ha indicado en un comunicado en su página web que más de 50.500 edificios se han derrumbado o han sufrido daños materiales graves a causa de los terremotos, que han dejado cerca de 40.000 muertos en Turquía y Siria, según los balances oficiales.