Una familia de Turquía que se había mudado recientemente a la provincia de Hatay, tras sobrevivir al seísmo registrado en Esmirna en 2020, murió en los terremotos del pasado 6 de febrero que sacudieron el país euroasiático y el noroeste de Siria.
Las autoridades localizaron los cuerpos de la familia -una pareja en principio- en un edificio en ruinas de Samandağ. Desafortunadamente, solo el perro pudo ser rescatado con vida de entre los escombros. Así lo ha relatado en redes sociales Ekrem İmamoğlu, alcalde de Estambul, una ciudad que ha enviado a miles de voluntarios y efectivos para ayudar en las zonas más afectada por los temblores.
Las imágenes han sido difundidas este mismo 14 de febrero. Los rescatistas han sacado al perro de los escombros y, mientras le trasladaban a una carpa para que fuera atendido, le han acariciado y le han tranquilizado.
El animal sufrió algunas heridas a causa de los terremotos, pero se encuentra en buen estado, según han corroborado las autoridades. Lamentablemente, ha perdido a su familia. No es el primer can rescatado con vida tras los seísmos. Ni tampoco el primer animal, ya que también se han localizado con vida entre cascotes a gatos.