Cada vida rescatada en Turquía y Siria se vive como un triunfo y un milagro frente al desastre y la tragedia. En el que es ya el quinto día de búsqueda de desaparecidos, las probabilidades de supervivencia son cada vez menos para los que permanecen atrapados, sepultados entre los escombros. Los efectivos que trabajan en la zona son conscientes de ello, pero el trabajo contra reloj no cesa. Algunos rescates impulsan su fuerza y su ánimo, como el de Yagiz, un bebé de apenas 10 días que ha pasado casi la mitad de su vida bajo los escombros.
Como Aya, la niña que fue rescatada todavía unida al cordón umbilical de su madre muerta, él es otro de los ‘milagros’ en medio de la destrucción provocada por el terremoto, que deja ya decenas de miles de muertos.
Con ternura, los bomberos de Estambul conseguían rescatar a Yagiz la pasada noche, arropándole y pasándoselo de brazo en brazo con sumo cuidado hasta ponerlo completamente a salvo. Son 90 horas las que ha sobrevivido al derrumbe de su casa y, Afortunadamente, su madre también ha logrado salir con vida.
En total, ya son más de 22.200 los fallecidos y más de 74.200 los heridos. Los equipos de rescate, conscientes de que el tiempo se agota, multiplican sus esfuerzos en medio de los escombros en unas condiciones de extrema dificultad.
Más de 6.000 edificios cayeron derrumbados por la fuerza del seísmo, que ha tenido más de un centenar de réplicas que han avivado el temor de la población ante una posible extensión de la tragedia.
Desde Turquía, el presidente, Recep Tayyip Erdogan ha prometido que los trabajos de búsqueda y rescate no cesarán "hasta que no quede nadie bajo los escombros", mientras el país vivirá tres meses en estado de emergencia.
Frente a la desolación la nota de esperanza son los rescates: unos 75.000 en total, según ha asegurado el mandatario turco.
Mientras continúa el trabajo de los servicios de emergencia, las autoridades turcas han prometido tomar medidas contra la negligencia en la construcción de viviendas, ya que se sospecha que la mala edificación de las mismas haya influido en el elevado número de muertes.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía ha comunicado que un total de 97 países han ofrecido asistencia y que los equipos de búsqueda y rescate de otros 61 participan en las tareas de desescombro en las zonas afectadas. En total, sobre el terreno hay unas 6.810 personas colaborando procedentes de otras naciones, entre ellas España, donde hoy militares de la UME han salvado a dos niños y una madre cinco días después del terremoto.