Los terremotos en Turquía y Siria también han dejado enormes cicatrices fuera de las ciudades que son visibles desde el aire. Entre otras, según ha captado un dron de las autoridades turcas, se ha detectado una grieta que mide kilómetros y que fractura el terreno.
Se trata de un perfecto reflejo en superficie de la ruptura de la falla: atraviesa campos, bosques y carreteras de la provincia de Kahramanmaraş. La cavidad es impactante. El desplazamiento horizontal llega a alcanzar los cuatro metros en algunos puntos. Otros puntos puntos del país presentan imágenes similares.
De hecho, en la zona del interior, otra gigantesca grieta causada por el terremoto fue captada por un reportero turco que informó de los daños causados a la presa de Sultansuyu, al sur de Turquía. Ante el peligro del desastre que causaría una rotura, las autoridades ha decidido vaciar gradualmente el embalse por precaución.