"Tiene 65 años. Estaba deshidratado pero en aparente buen estado de salud. Junto a él hemos encontrado el cuerpo de su hijo de 32 años, ya fallecido". Los efectivos de la Unidad Especial de Emergencia y Respuesta Inmediata (Ericam) de la Comunidad de Madrid, desplazados a la ciudad turca de Alejandreta para ayudar tras los terremotos que han causado miles de muertos en Turquía y Siria, han trabajado 13 horas sin descanso para salvar la vida de un hombre. No es la primera imagen de un padre que pierde a un hijo ante sus ojos.
El portavoz ha relatado que las condiciones de trabajo sobre el terreno "son duras pero estables" y ha subrayado que todos los componentes del equipo están "en perfecto estado y muy motivados para continuar con la misión". "Temperaturas frías pero cielos despejados. Se organizan en diversos equipos para estar continuamente trabajando, junto a rescatadores turcos. Gracias a los sistemas de fijación, pueden apuntar las estructuras e ir buscando supervivientes", ha detallado.
El operativo desplazado a Turquía se ha desplegado en la zona de Iskederum, cercana a la ciudad de Alejandreta, para colaborar en las labores de rescate tras el terremoto, cuya intensidad ha alertado a los expertos, que ha afectado a este país y a Siria, y que ha dejado, por el momento, más de 8.300 fallecidos y más de 41.000 heridos.
El operativo está integrado por 30 efectivos de bomberos de la Comunidad de Madrid y 5 profesionales del Summa 12, cuatro perros con sus guías caninos y un veterinario que se desplazaron junto a otros efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), sumando 91 efectivos desplazados a Turquía.
Por su parte, el equipo de la Unidad Militar de Emergencias (UME) desplazado a Turquía trabaja también en la búsqueda de posibles supervivientes en diferentes edificios colapsados en Islahiye, en la provincia de Gaziantep, según explica el Ministerio de Defensa.