La Guerra de Ucrania está siendo un total calvario. En menos de un mes se cumplirá un año desde que el ejército ruso invadió Ucrania. Durante este tiempo, los intensos ataques han devastado ciudades, arrebatado la vida de miles de personas y muchos han tenido que abandonar sus hogares entre lágrimas bajo los sanguinarios bombardeos rusos, como es el caso de la ciudad de Bajmut, uno de los puntos claves de la ofensiva rusa y que está siendo uno de los escenarios más mortíferos. En esta región, la reportera de Informativos Telecinco, Constanza Pérez, ha sido testigo directo de estos ataques mientras informaba de la situación en la zona.
La labor de los periodistas en la zona está siendo maravillosa, quienes están contando el horror y el sufrimiento que la guerra está trayendo consigo para los ucranianos. Esta labor ya fue recompensada por la Asociación de la Prensa de Madrid para Laura de Chiclana, quien fue galardonada como la mejor Periodista Joven del Año por su papel como informadora, también para Informativos Telecinco, en el país en guerra. Allí, la periodista fue testigo del horror de los bombardeos, el llanto de los niños, etc. Ahora, el mal trago lo ha vivido en sus carnes Constanza Pérez, quien está cubriendo en estos momentos el horror de la guerra para la cadena.
Durante una crónica en la ciudad de Chisiv Yar (Ucrania), la reportera que estaba informando de la dureza de los bombarderos que ha dejado hecho añicos un parque de bomberos, ha sido sorprendida por los ataques rusos. Su relato se interrumpía por el rugir de un proyectil impactando en la cercanía, pero Pérez sacaba a flote su valentía y continuaba con intervención. Un claro ejemplo de la valentía de todos aquellos periodistas que se juegan la vida para cubrir las últimas novedades de una sangrienta guerra.
La periodista de Informativos Telecinco, en el momento de la explosión del proyectil estaba informando sobre la devastación que estaba teniendo consigo los ataques rusos en la región del Dombás, concretamente en la ciudad de Chisiv Yar. Allí, los continuados bombardeos han dejado una imagen de la ciudad prácticamente irreconocible. La vida que un día albergaba en los edificios ya prácticamente no existe, quedando los bloques reducidos a escombros.
Uno de los últimos ataques ha impactado contra un parque de bomberos de la localidad ucraniana. Esta ha quedado totalmente destrozada y ante la imposibilidad de seguir ofreciendo su servicio a los ciudadanos que aún habitan la ciudad y que tanto la necesitan.