Las tropas rusas han intensificado sus ataques en Ucrania con nuevos bombardeos que tienen como objetivo edificios de viviendas, como el registrado en las últimas horas en la provincia de Donetsk, concretamente en la ciudad de Kostiantinivka, cerca de la trascendental Bajmut, donde tres civiles han muerto y otros dos han resultado heridos graves. "Dispararon contra una zona residencial y dañaron cuatro edificios de apartamentos, un hotel, garajes y coches", dijo Pavlo Kyrylenko, gobernador de la región.
A la espera de la llegada de los tanques Leopard que enviarán varios países europeos, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha insistido en la necesidad de más material ofensivo para enfrentarse al Ejército del Kremlin. A pesar de los agradecimientos a Alemania y a otros socios como Estados Unidos y Reino Unido, Zelenski ha reprochado la lentitud que, a su juicio, juega la burocracia en este conflicto, criticando que aún no han recibido armamento cuando su entrega ya fue aprobada hace tiempo.
Por otra parte, el Ministerio de Defensa de Rusia ha acusado este sábado a las fuerzas ucranianas de un ataque a un hospital en una zona prorrusa de Lugansk, que trataba a civiles y militares, en el que han perdido la vida 14 personas.
"Las fuerzas ucranianas atacaron de forma deliberada el edificio de un hospital en la localidad de Novoaidar, en la república popular de Lugansk", señala el comunicado castrense. Además de los fallecidos, otras 34 personas, incluidos pacientes y personal médico, resultaron heridas con lesiones de diversa gravedad.
Defensa destaca que el centro médico, que fue atacado con misiles HIMARS, prestaba ayuda tanto a la población civil como a militares rusos. "Todos los implicados en la preparación y la ejecución de ese crimen serán encontrados y castigados", concluye la nota oficial.
El líder ucraniano ha manifestado que su país necesita entre 300 y 500 tanques para poder llevar a cabo con éxito una contraofensiva contra las tropas rusas. "Necesitamos vehículos blindados para proteger a nuestra gente", ha reclamado durante una entrevista para Sky News.
En lo que respecta a unas hipotéticas conversaciones de paz con su homólogo ruso, Vladimir Putin, el mandatario ha vuelto a zanjar la cuestión rechazando tal posibilidad puesto que pone en duda que el Kremlin quiera, así como las condiciones de las mismas. "Son criminales que han venido aquí a matar y violar", ha apuntado.
Para Zelenski, Rusia tan solo habla de paz cuando necesita "reagruparse" o tiene "grandes pérdidas", ya que "dicen que quieren la paz y luego atacan con misiles por la noche". Además, ha condicionado cualquier acuerdo a la retirada de las tropas invasoras y a un cambio de Gobierno en Moscú.