El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha confirmado en la tarde de este miércoles, que se suma a la iniciativa de los algunos miembros de la Unión Europea, entre los que se encuentra España, de mandar tanques a Ucrania. El presidente estadounidense, contribuirá con el Gobierno ucraniano con el envió de tanques Abrams a Ucrania en un movimiento coordinado después de que Alemania haya confirmado que suministrará tanques Leopard a Kiev, lo que le ha constado una amenaza desde Moscú.
A parte del equipo armamentístico, las fuerzas militares estadounidenses, según Washington, incluirán en el envío otras medidas que sirvan para la instrucción y la formación de las tropas ucranianas, con el objetivo de "mejorar su capacidad de maniobra en campo abierto" y sus capacidades militares a largo plazo. Con el fin además de fortalecer a un ejército cansado tras once meses de intensos combates y del que tienen poco tiempo de descanso en las instalaciones ofrecidas por el Gobierno Ucraniano.
En total, Biden, ha confirmado el envío de 31 tanques Abrams a Ucrania. Estos son el principal medio blindado que tienen en su poder las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, considerados además como los mejores tanques del mundo. Estos vehículos de combate son los más letales, pero también muy seguros gracias a su sistema de almacenaje de municiones. Si se produce una explosión, la fuerza es redirigida hacia el exterior del carro, de tal manera que se minimizan los daños y se maximizan las probabilidades de supervivencia de sus cuatro ocupantes.
Con estos tanques, el ejército ucraniano será capaz de alcanzar a sus objetivos tusos a una distancia de hasta dos kilómetros y medio con una gran precisión del 95 %, gracias a su sistema de control de fuego balístico. Por otro lado, el presidente de Estados Unidos ha aprovechado su rueda de prensa para agradecer también al canciller alemán, Olaf Scholz, el envío de tanques Leopard a Ucrania. "Alemania ha estado a la altura. El canciller ha defendido la unidad (occidental) en todo momento", ha agregado.
Además, también ha querido aclarar que la iniciativa no se trata de ningún ataque directo o indirecto al Kremlin. "No es una amenaza ofensiva a Rusia", ha aclarado el mandatario norteamericano, que ha hablado este miércoles con Scholz, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y los primeros ministros de Italia y Reino Unido, Giorgia Meloni y Rishi Sunak, todos ellos países del G7.