Una ballena jorobada de entre 6 y 7,6 metros de largo ha aparecido varada en una playa de Brigantine, al norte de Atlantic City, que en las últimas semanas ha visto dos ballenas muertas en sus playas.
Esta muerte es la séptima en poco más de un mes. La oleada de muertes ha llevado a un grupo ecologista y a algunos grupos de ciudadanos opuestos a la energía eólica marina a pedir al presidente de EEUU, Joe Biden, a principios de esta semana, una investigación federal sobre las muertes.
El gobernador de Nueva Jersey dijo el viernes que no cree que los preparativos submarinos para los parques eólicos marinos deban detenerse en respuesta a la reciente oleada de muertes de ballenas en Nueva Jersey y Nueva York. El demócrata Phil Murphy ha pedido junto a los legisladores a nivel local, estatal y federal una pausa temporal en los trabajos de preparación del fondo oceánico para los proyectos eólicos marinos en Nueva Jersey y Nueva York después de que otra ballena muerta llegara a la costa en la zona.
El Centro de Varamientos de Mamíferos Marinos, con sede en Brigantine, dijo que él y varios otros grupos estaban formulando planes el viernes para un examen post-mortem de los restos de la ballena antes de que el cadáver del animal sea eliminado, muy probablemente mediante el entierro en la playa.