Tras él, Fray Vitale, se han cerrado las puertas de la capilla ardiente de Benedicto XVI. Han sido tres días de interminables colas para despedirse del papa emérito, cuyo funeral será celebrado esta mañana, a partir de las 9.30 por el papa Francisco.
La previsión de visitas a la capilla ardiente del papa emérito ha desbordado las estimaciones del Vaticano. El último en despedirse de Benedicto XVI ha sido fray Vitale, un hombre con una discapacidad que obtuvo una dispensa especial del papa emérito para poder ser ordenado.
Fray Vitale ha querido agradecerle su “futuro sacerdocio”. Más de 200.000 fieles han presentado sus respetos a Benedicto XVI en la capilla ardiente. Entre ellos y a título personal hemos visto a la reina Sofía y al ministro de la presidencia, Felix Bolaños.
El Vaticano lleva días preparando el funeral de hoy. El papa Francisco en la audiencia de los miércoles, ayer, dedicaba unas palabras a su antecesor. “Fue un gran maestro de catequesis”.
Francisco presidirá una ceremonia solemne pero sobria, como la quería Benedicto XVI. El cuerpo del papa fallecido irá en tres ataúdes.
El primer ataúd de Benedicto XVI será de madera de ciprés, donde se guardarán las monedas de su pontificado, el palio de su pontificado y un texto con un resumen de su pontificado que se leerá en la ceremonia y se meterá en un cilindro metálico.
Después, este ataúd de ciprés se meterá en otro metálico y este a su vez en otro de madera que será el que finalmente el que se coloque en las grutas vaticanas, en el lugar que ocupó Juan Pablo II hasta que fue beatificado y trasladado, como era el deseo del papa fallecido.
Hoy será la primera vez que un papa oficie la misa funeral de otro papa.