Las visitas a la capilla ardiente de Benedicto XVI han superado todas las previsiones. Más de 100.000 personas han entrado en la basílica de San Pedro del Vaticano para rendir su último homenaje al papa emérito en algo más 24 horas. Se han superado todas las expectativas. Y es que todo en torno a la capilla ardiente de Benedicto XVI destaca por todo lo insólito que le rodea.
Para empezar será la primera vez que un Papa oficie el funeral de otro Papa. Para seguir, la enorme cantidad de gente que está acudiendo a despedirse del papa emérito. Tanta que el Vaticano ha decidido ampliar su horario.
La Prefectura de Roma calcula que son 20 segundos lo que cada persona puede estar ante el difunto Benedicto XVI, que descansa sobre un catafalco, cubierto por una tela de terciopelo rojo y sostenido por dos almohadillas, con una casulla roja y lleva en la cabeza una mitra blanca adornada. Además, en sus manos entrelaza un rosario en sus manos.
Aunque se haya ampliado el horario, la capilla ardiente del papa emérito seguirá cerrando este miércoles por la tarde. El jueves será el funeral, para el que ya han comenzado los preparativos.
La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, y el presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, participarán en los funerales del próximo jueves, en los que también habrá una representación de las autoridades de Alemania, país natal de Ratzinger.
Si algún jefe de Estado o de Gobierno quiere asistir al funeral de Benedicto XVI podrá hacerlo, pero lo hará a título personal. En representación de España irá la reina Sofía, el ministro de la Presidencia, Felix Bolaños e Isabel Celá, embajadora de España ante la Santa Sede.
De momento, este martes, en la capilla ardiente de Benedicto XVI se ha visto al Cardenal Español Antonio Cañizares, Arzobispo emérito de Valencia y amigo personal de Josep Ratzinguer.
El cuerpo de Benedicto XVI fue trasladado de manera privada a las 07,00 horas de la mañana del lunes desde el monasterio Mater Ecclesiae hasta la basílica de San Pedro, donde estuvo acompañado en las primeras horas por el arzobispo Georg Ganswein, su fiel secretario personal, y por las cuatro Memores Domini, las religiosas del movimiento Comunión y Liberación que le han atendido estos últimos años de vida. Su secretario personal fue el que iba recibiendo el pésame de las autoridades eclesiásticas y políticas que acudieron a los primeros momentos de la capilla ardiente.
La capilla ardiente de Benedicto XVI permanecerá abierta hasta el miércoles por la tarde. El jueves, Francisco oficiará el funeral.