15 años sin Amy Fitzpatrick, desaparecida en Año Nuevo en Mijas: “Es injusto que no se siga buscando”

  • Se cumplen 15 años de la desaparición de Amy Fitzpatrick, en Mijas, Málaga, en Año Nuevo

  • Amy Fitzpatrick desapareció en el camino que unía la casa de su amiga Ashely con la suya en Mijas

  • En las primeras semanas, la Guardia Civil consideró su desaparición voluntaria porque no había indicios de criminalidad

Hace 15 años que Amy Fitzpatrick desapareció en Mijas, Málaga, en el Año Nuevo de 2008 cuando solo era una adolescente. Su amiga Ashley Rubio, la última persona que la vio, hoy lamenta que no la busquen.

“Es injusto que no se la siga buscando, sólo era una niña. Y es mi mejor amiga”, dice Ashley Rubio.

Amy Fitzpatrick tenía 15 años en 2008 cuando se le perdió la pista en el camino que iba desde su casa hasta la de su amiga Ashley Rubio, un trayecto solitario pero que ella conocía muy bien.

Amy pasó la Nochevieja en casa de su amiga y cuando se levantaron en Año Nuevo se fueron de compras a Fuengirola, cuenta Ashley al diario Sur. “No caí en que era Año Nuevo y que no habría casi nada abierto. Volvimos a la zona del Zoco, en Calahonda. Yo ya estaba cansada, así que volvimos a mi casa”.

Nunca llegó a su casa en Año Nuevo

La noche del 1 de enero Amy se fue a su casa sobre las 22 horas. Se fue escuchando música en un móvil irlandés. Tenía uno español pero su padrastro se lo había roto días antes en una discusión, afirma Ashely.

Al día siguiente, Ashely llamó a Amy a su casa para quedar pero su madre le dijo que no estaba, que pensaba que seguía en su casa. Ashey salió y como cada día Amy a las 15 horas iba a su casa llamó por teléfono para decirle que se uniera a ella. No fue. A las 18 h volvió, Ashley volvió a llamar a su casa pero Amy no había pasado. En ese momento le dijo a su madre que algo “va mal”, relata.

Deborah, la madre de Ashely, telefoneó a Audrey, la de Amy, para mostrarle su preocupación. Esa noche, el 2 de enero, la familia de Amy llamó a la Guardia Civil y el padrastro salió a buscarla.

La desaparición de Amy Fitzpatrick se consideró preocupante siempre por su edad pero la Guardia Civil nunca encontró ningún indicio de criminalidad. Los primeros días se barajó la marcha voluntaria, entre otras razones por la mala relación de Amy con su padrastro. Además, la adolescente estaba enfadada con su madre porque había cancelado el viaje a Irlanda para fin de año en el que iba a ver a su padre.

“Amy tenía una vida muy triste (...) No le daban llaves y a veces la castigaban sin dejarla entrar en casa"

Ashley, que hoy es una mujer, recuerda que “Amy tenía una vida muy triste. No recuerdo que ella se escapara, más bien lo contrario. No le daban llaves y a veces la castigaban sin dejarla entrar en casa. Ella se colocaba por una ventanita de la cocina”.

Con el tiempo y la falta de pistas de Amy terminó llevando a la Guardia Civil a tratar el caso como una desaparición involuntaria. Investigaron a un amigo de la chica de 34 años de origen irlandés, sin éxito.

Su padrastro condenado por la muerte del hermano de Amy

Cinco años después de la desaparición de Amy, su padrastro mató a su hermano Dean en Irlanda, donde estaban viviendo. Él siempre dijo que fue un accidente en una discusión familiar pero fue condenado a cinco años de cárcel. La madre se casó con él tiempo después.

La amiga de Amy, 15 años después de su desaparición, lamenta que “lleva muchos años sin hacerse nada en el caso. Si Amy hubiese sido española, o si la desaparición hubiese ocurrido en Irlanda, todos habrían hecho más”.