Rocco Allan, un niño de 12 años de Tyneside, en Reino Unido, fue diagnosticado con coronavirus persistente cuando en realidad padecía un cáncer poco común.
Rocco tenía síntomas similares a los de la gripe y en un primer momento los médicos achacaron los síntomas al coronavirus.
El menor, que padece autismo, siempre ha tenido problemas para dormir, por eso para sus padres saltaron todas las alarmas cuando el joven solo dormía y casi no podía mantenerse despierto: "Rocco siempre ha tenido problemas para dormir debido a su autismo, así que fue muy sorprendente cuando eso era todo lo que quería hacer. Apenas podía mantenerlo despierto, no estaba comiendo, y esto estaba muy fuera de lugar para él", señalaba la madre, Marianne.
El pequeño apenas comía, pero para los médicos todo era un síntoma del covid: "Dijeron que tenía síntomas de gripe y originalmente pensaron que sufría de covid durante mucho tiempo debido a esto, sin embargo, ese no fue el caso", narraba la mujer.
Finalmente, tras varias pruebas, al menor le diagnosticaron un linfoma de Hodgkin que se estaba propagando a través de su sangre: "Comenzó el tratamiento lo antes posible y ha sido muy valiente durante todo esto, pero su salud ha ido empeorando desde entonces", lamenta la madre, según recoge Chroniclelive.
La mujer ha querido dar las gracias a todas las personas que han apoyado al pequeño. Desde el colegio del menor se inició una campaña de fondos para recaudar dinero para ayudar a Rocco: "Quiero agradecer a todos los que han donado para ayudar a Rocco, y también quiero animar a la gente a que se involucre con organizaciones benéficas, ya que ha sido muy gratificante para mí personalmente", concluye.