Una tirita capaz de detectar cáncer, infartos o hemorragias: ¿Cómo funciona?

La tecnología está dando pasos agigantados. Uno de los mayores avances están en la salud, permitiendo poder diagnosticar enfermedades de forma prematura. Uno de estos gadget está relacionado con el cáncer, los infartos y las hemorragias. A través de este dispositivo, camuflado en una tirita tecnológica, se realiza un mapeo tridimensional de la hemoglobina en tejidos profundos, lo que permite detectar de forma precoz estas patologías.

Esto es posible gracias a una matriz de transductores ultrasónicos y diodos láser emisores de superficie de cavidad vertical (VCSEL) en un sustrato blando común. Este a través del láser VCSEL ilumina la zona, haciendo que la hemoglobina vibre y se emitan ondas acústicas que permiten lograr un mapeo de biomoléculas de alta resolución espacial en los tejidos profundos.

La tirita, capaz de detectar con facilidad las patologías aunque existan grandes capas de piel

Su funcionamiento, aunque complejo, es sencillo. El parche es portátil y flexible, adhiriéndose a la piel como si de una tirita se tratase. Su diseño lo hace sencillo y cómodo, permitiendo una monitorización no invasiva a largo plazo. A través de un mapeo tridimensional de la hemoglobina contenida en la sangre, otorga una resolución espacial submilimétrica en tejidos profundos, hasta centímetros debajo de la piel. A diferencia de otros dispositivos similares, que realizan su función a través de electroquímicos portátiles, sí que detecta más allá de las biomoléculas de la piel y no se queda únicamente en la superficie como los últimos mencionados.

Así mismo, también logra un alto contraste en relación a otros tejidos. Debido a su selectividad óptica, puede ampliar el rango de moléculas detectables, integrando diferentes diodos láser con diferentes longitudes de onda, junto con sus posibles aplicaciones clínicas. A pesar de ser un dispositivo eléctrico, su funcionamiento no desprende grandes dosis de calor, llegando a alcanzar una temperatura máxima de 36 grados centígrados. Una temperatura ligeramente superior a la de la superficie de la piel.  El parche fotoacústico genera tanto calor como las matrices en fase de ultrasonido, pero dentro de los márgenes de seguridad.

Hasta la fecha, el parche fotoacústico solo detecta la hemoglobina. Pero a través de su tecnología puede extenderse potencialmente para monitorear muchas otras biomoléculas endógenas, como melanina, glucosa, lípidos, citocromo, ácido nucleico y proteínas. Para los órganos viscerales, como corazón, por ejemplo, se necesita que la longitud de onda aumente, algo en lo que se está trabajando desde Verasonics. De la misma manera, descubrir lo más temprano posible el cáncer en una persona, sería fundamental para salvar su vida.

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