El cambio climático esta causando estragos en Estados Unidos. La tormenta polar Elliott, que ha azotado a gran parte de la costa este del país con fuertes vientos y precipitaciones de nieve intensas y heladas, ha dejado ya más de sesenta fallecidos y cientos de animales muertos. Ahora atraviesa el país en dirección a la costa oeste, aunque con menos fuerza, pero sus consecuencias siguen siendo devastadoras.
Uno de los estados del país más castigados ha sido Nueva York, donde se ha superado la treintena de fallecidos por la ola de frío polar procedente de Canadá, principalmente debido a congelación. Con sensaciones térmicas por debajo de los 55 grados bajo cero, el cuerpo humano podría congelarse en cuestión de minutos si no se cuenta con la protección adecuada, así como tras un exposición prolongada alejada de una fuente de calor.
En Buffalo, la segunda localidad más grande del estado de Nueva York, han llegado los servicios de emergencia del Estado Federal. Donde las maquinarias trabajan sin descanso para retirar la nieve de las carreteras. De esta forma, podrán acceder a los vehículos sepultados por el temporal, y donde podrían estar más víctimas. La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, ha afirmado que es la tormenta "más devastadora" en la historia de Búfalo, donde han caído cerca de 100 centímetros de nieve. Durante estos cuatro intensos días de nevadas, muchas edificaciones han dado de sí debido al peso. Al igual que muchos árboles que al caer han arrastrado con el tendido eléctrico, dejando a miles de familias sin electricidad.
Los animales también han salido muy mal parados del frio glaciar. En Florida, las iguanas caían de los árboles debido a el frio, pero su sistema les permitía vivir. En cambio, otros animales como vacas, caballos o ciervos, que se encuentran a la intemperie, están muriendo congelados.
Los viajeros también has salido malparados, muchos esperaban poder coger un vuelo para reencontrarse con sus familias, pero no ha podido ser posible. Ahora, las imágenes de los aeropuertos son abrumadoras. Miles de maletas abandonas se amontonan en cada rincón de los aeropuertos afectados. Miles de vuelos comenzaron a cancelarse según se avecinaba el temporal.
Joe Biden, el presidente de Estados Unidos, finalmente decretó el pasado martes el protocolo de emergencia en el estado de Nueva York por la ola de frío. La acción del mandatario autoriza al Departamento de Seguridad Nacional y a la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA), las competencias para coordinar todos los esfuerzos de socorro en el estado en caso de desastre.
Asimismo, estos organismos estarán encargados de aliviar las dificultades y el sufrimiento causados por la emergencia en la población local, así como a proporcionar la asistencia adecuada para "las medidas de emergencia necesarias" en aras de salvar vidas y proteger la propiedad y la salud y seguridad públicas, además de disminuir o evitar la amenaza de una catástrofe.