La victoria de Argentina frente a Francia en la final del Mundial de Qatar continúa resonando con fuerza por todo el mundo al son de los cánticos de la hinchada albiceleste. Tras un encuentro lleno de emoción que tuvo que resolverse en los penaltis, los de Scaloni se hicieron con un sufrido pero ansiado triunfo; una victoria que, desde Doha a la capital en Buenos Aires, los argentinos no dejan de celebrar entre gestos para el recuerdo.
Entre estos últimos, precisamente, uno de los más virales y emotivos es el que han protagonizado unos aficionados con un cartonero; un hombre que transitaba entre la muchedumbre de las calles bonaerenses tirando de un carro sobre el que llevaba algunas telas y cartones.
Discurría concretamente por la avenida del Libertador, entre los coches que pasaban tocando el claxon y los cánticos que jaleaban al campeón, ataviado apenas con un pantalón corto, unas zapatillas y sin camiseta, solo con una cadena sobre su pecho. Fue entonces cuando, al verle, un par de aficionados se aproximaron inicialmente a él. Uno de ellos, en primer lugar, se fundió con él en un abrazo, el otro, dejando una secuencia para la historia de las celebraciones del Mundial que no ha tardado en convertirse en viral, decidió quitarse la camiseta que llevaba con el 10 de la selección, –Leo Messi–, y regalársela en ese preciso instante.
Con toda Argentina unida por el balón, –por ese deporte que en el país se vive con una pasión cuasireligiosa con figuras como la de Maradona primero y el propio Messi después como grandes referentes–, la reacción del cartonero terminó de colmar la felicidad que se vivía en el momento: de la sorpresa a las lágrimas de la emoción, el hombre, abrazado al joven que le hacía el regalo, accedía a ponerse la camiseta tras contemplarla, besarla y arrodillarse, agradecido por lo que estaban viviendo, posando las manos y la cabeza en el suelo unos segundos antes de alzar el puño para sumarse al júbilo por la victoria de la albiceleste.
Tras ello, distintos seguidores se sumaron a la escena, abrazándole y cantando: “¡Dale, campeón!”