Los Archivos Nacionales de Estados Unidos han publicado este jueves más de 10.000 documentos, 12.879 en total, que están relacionados con el asesinato del presidente John K. Kennedy en 1963 después de que Joe Biden emitiera una orden ejecutiva autorizando la publicación que se mantuvo en secreto hasta el momento.
El presidente del Tribunal Supremo, Earl Warren, llevó a cabo una investigación que concluyó que, Lee Harvey Oswald, ex-marine y activista comunista que había vivido en la Unión Soviética, actuó solo a la hora del asesinato del por entonces presidente John F. Kennedy. No obstante, esta investigación ha sido criticada por historiadores desde hace 60 años, trascurridos desde el asesinato.
El hecho de que hubiera vivido en la Unión Soviética fue algo relevante a la hora de la investigación. Muchos documentos tratan sobre la posible participación de Oswald en clubs soviéticos y tratan de indagar en su pasado como ex-marine.
Los documentos publicados sobre el asesinato de Kennedy han abierto una nueva brecha histórica que apunta a un nuevo ejercicio de investigación por parte de los historiadores.
El presidente Kennedy fue asesinado mientras circulaba con su comisión por Dallas en 1963 y en circunstancias nunca esclarecidas del todo; un disparo falló, otro le atravesó la garganta y el tercero le impactó de lleno en la cabeza. La única prueba documental que se tiene del asesinato, grabada por Abraham Zapruder, demuestra que, en base a los momentos en que se hicieron los disparos, resulta imposible que Oswald disparara tres balas con un rifle de tan mala calidad. Además sabiendo que se encontraba en lo alto de un edificio y con un árbol delante que le obstaculizaba la vista.
Oswald fue asesinado a tiros por el dueño del club nocturno Jack Ruby dos días después de que este llevara a cabo el asesinato de Kennedy, y con todo, miles de libros, programas, películas y artículos han sido publicados con el objetivo de explorar la idea de que el asesinato fue el resultado de una elaborada conspiración. De hecho, la teoría más planteada es que fueron varios tiradores colocados en diferentes sitios.
El Congreso ordenó en 1992 que todos los archivos sellados restantes que estuvieran relacionados con la muerte de Kennedy fueran abiertos al público a través de los Archivos Nacionales en 25 años, es decir, antes del 26 de octubre de 2017, salvo aquellos que el presidente autorizó para una mayor retención. En 2017, el presidente Donal Trump publicó un alijo de registros pero decidió publicar el resto de los documentos con continuidad.
Se espera que todos los documentos relacionados con el asesinato de Kennedy salgan a la luz en el año 2038 como tarde, ya que el tope para desclasificarlos desde el suceso se estima en unos 75 años.