Rusia no podrá exportar a Europa petróleo transportado por mar desde este lunes. Así lo acordaron los 27 Estados de la UE como sanción por la invasión del Kremlin a Ucrania, que comenzó el 24 de febrero de este año.
El embargo afectará el 90 % de importaciones europeas de petróleo ruso, es decir, unos 100 millones de toneladas o 730 millones de barriles anuales, según ha adelantado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
El objetivo declarado del embargo europeo, que desde hoy lunes afectará también las importaciones de derivados del crudo, es minar la capacidad económica de Rusia para financiar sus operaciones militares en Ucrania.
Al veto a las importaciones se suma el acuerdo de los países de la Unión Europea (UE) de fijar un tope al precio del petróleo ruso de 60 dólares por barril.
Aunque en vista del embargo esta medida no afecta al bloque comunitario, sí tendrá un impacto en las exportaciones de crudo ruso, ya que si se vende a un precio superior al fijado no podrá ser transportado por navieras europeas ni asegurado por compañías de la UE.
El acuerdo de la UE establece que, si el precio de mercado baja de 60 dólares el barril, el tope se actualizará de tal forma que, al menos, esté un 5 % por debajo del que tenga en el mercado. Estas medidas también ha sido adoptadas por los países del G7 y Australia.
En respuesta al embargo europeo, Rusia ha declarado que no le faltarán compradores a su petróleo y que reorientará sus exportaciones de crudo a Asia.
Rusia ha condenado categóricamente la imposición de un precio tope a su petróleo por tratarse, a su juicio, de una medida contraria a la libertad de mercado y a las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC)
"Venderemos petróleo y derivados de crudo solo a los países que trabajen con nosotros de acuerdo a las leyes del mercado, incluso si nos vemos obligados a reducir un tanto las extracciones", ha afirmado este domingo el viceprimer ministro ruso Alexander Novak.