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La selección inglesa de fútbol comenzó su andadura en el Mundial de Qatar con una contundente victoria ante Irán (6-2). El sexto y último tanto del combinado dirigido por Gareth Southgate fue obra de Jack Grealish. Su curiosa celebración, moviendo los brazos arriba y abajo, como si de una ola se tratase, tenía un destinatario muy especial, Finlay Fisher. En ese mismo encuentro también tuvo un bonito gesto su compañero Marcus Rashford.
Fisher, de 11 años, es un joven aficionado del Manchester City, club en el que milita el extremo. Poco antes de la cita mundialista, pudo conocer personalmente en las instalaciones del club al jugador, con quien había intercambiado unas cartas. Fue entonces cuando le prometió que haría ese gesto tras anotar su próximo gol. Y el futbolista marcó y cumplió con su amigo. Fisher tiene parálisis cerebral, al igual que la hermana pequeña de Grealish.
El jugador que está en la Premier League a las órdenes de Pep Guardiola es conocido en Reino Unido por su importante labor benéfica, formando parte de varias organizaciones desde hace años. Según detalla el diario La Voz de Galicia, es embajador del Special Olympics GB, con el que intenta acercar el deporte a los niños con discapacidad intelectual.
Durante la pandemia de covid, el de Birmingham, de 25 años, subastó su camiseta del Aston Villa, donde estaba entonces, por 55.000 euros y envió dicha cantidad a la Sanidad pública británica. Además, donó 150.000 euros a varios hospitales locales.
En la carta que Fisher le hizo llegar a su ídolo, el menor le decía que "me gusta cómo eres con tu hermana, estás orgulloso de ella. Entiendes por lo que pasamos. Me hace muy feliz cuando te veo a ti, un futbolista famoso, saber lo que es vivir con personas con parálisis cerebral".
Unas palabras que hicieron que Grealish se emocionara, explicando que su hermana pequeña, Hollie, de 19 años, "nació tres meses antes. Nos dijeron que no iba a poder hablar ni caminar, y aquí estamos hoy. Ella puede hacerlo todo". Ambos mantienen una relación muy estrecha. El futbolista subraya que "es mi mejor amiga, hablo con ella todo el tiempo".
La noticia de la parálisis cerebral de Hollie no fue el único momento complicado en la familia Grealish. El segundo hermano, Keelan, murió de manera súbita con nueve meses. Jack tenía entonces cuatro años.
"Nunca se supera la muerte de un hermano o un hijo. Le recuerda constantemente, todavía le echa de menos", aseguró el padre del jugador, según La Voz de Galicia.
Tanto es así que, cuando anotó su primer gol profesional -en las filas del Notts County-, se lo dedicó a Keelan. Un gesto que volvió a repetir durante su etapa en el Aston Villa. "Tenía lágrimas en los ojos. Estaba llorando y toda mi familia estaba aquí", recordó Grealish.