Un operativo coordinado por la Organización Internacional de Policía Criminal o Policía Internacional (INTERPOL) ha concluido con el rescate en Argelia de un niño marfileño de ocho años que llevaba un año secuestrado. El pequeño abandonó su país natal junto a su madre a principios de 2021 para viajar a Europa. Para ello, se desplazaron hasta Túnez, donde un traficante de personas prometió ayudarles a ellos y a otro grupo de personas. Pero, el contrabandista "tomó su dinero y desapareció", explica el organismo en un comunicado.
En octubre de 2021, convencidos de que la madre y el traficante habían sido cómplices, ya que compartían la misma nacionalidad, el grupo de personas -que también fueron estafadas- decidieron secuestrar al niño, entonces de siete años, y exigieron 3.000 dólares estadounidenses por su rescate. La progenitora del menor interpuso una denuncia ante las autoridades de Costa de Marfil y la INTERPOL comenzó a coordinar el operativo de búsqueda del pequeño.
Durante los meses siguientes, las autoridades de Abiyán, en Costa de Marfil, trataron de determinar la ubicación de los secuestradores. Se analizaron todos los detalles en busca de más información sobre los hombres sospechosos de llevarse al niño. Así, en agosto de este año, las autoridades, con el apoyo de proveedores de servicios de mensajería, pudieron identificar la localización de los sospechosos en Argelia, aunque no su paradero exacto.
Los mensajes se habían vuelto más peligrosos contra la vida del menor: los sospechosos amenazaron a la madre con enviar videos del niño siendo torturado si no les pagaban de inmediato. El mes pasado, durante la Asamblea General de INTERPOL en Nueva Delhi, India, se llevó a cabo una reunión de coordinación urgente sobre el caso con funcionarios argelinos para revisar la información más reciente sobre los captores.
El trabajo de investigación dio sus frutos pronto, ya que las autoridades de Argelia localizaron al niño y arrestaron a un sospechoso en las afueras de Argel. Un examen médico confirmó que el niño no había sufrido ningún tipo de violencia física directa o abuso sexual durante la terrible experiencia. Paralelamente, la policía guineana localizó y detuvo al acusado de enviar los mensajes amenazantes del rescate pidiendo dinero.
Stephen Kavanagh, director ejecutivo de servicios policiales de INTERPOL, señalaló tras el rescate: “Este caso muestra la variedad de peligros que enfrentan los migrantes a lo largo de sus viajes. Es una verdadera lucha por la supervivencia y no deben confiar en quienes los trafican. Hoy, un niño está de regreso con su madre gracias a los esfuerzos de investigación de oficiales y compañeros en Argelia, Costa de Marfil, Guinea y Túnez. Nuestro organismo se complace en que la cooperación policial internacional haya tenido un resultado tan decisivo en este caso y agradece a todos los involucrados".
Bajo el control arbitrario de los grupos del crimen organizado y tratados como poco más que mercancías, los migrantes que pagan a traficantes para cruzar ilegalmente las fronteras son especialmente vulnerables a la explotación y el abuso. Las operaciones anteriores de INTERPOL contra el tráfico de personas han rescatado a cientos de migrantes, incluidos niños pequeños, que habían sufrido explotación laboral o sexual, condiciones de transporte que ponían en peligro su vida o abuso físico por parte de los traficantes o compañeros.
El pasado mes de junio, la 'Operación Weka' de INTERPOL rescató a casi 700 víctimas de la trata de personas y produjo 300 arrestos en 44 países. Este caso conjunto fue apoyado por 'Project Flyway and Trafficking in Human Beings West Africa', cuyo objetivo es identificar y desbaratar las redes criminales involucradas en el contrabando de personas, la trata de personas y delitos relacionados.