Rishi Sunak se formó entre las élites: estudió en el exclusivo Winchester College y en las universidades de Oxford y Stanford. Tras tomar posesión de su nuevo cargo luego de una audiencia con el rey Carlos III, Sunak, de 42 años, se ha convertido en el primer ministro británico más joven en más de 200 años. Akshata Narayan Murty, su mujer, es, sin duda, la mujer más rica del país. Diseñadora y empresaria, la polémica la han acompañado en los últimos meses después de que 'The Independent' publicara que no tenía su residencia fiscal en Reino Unido y sí en la India.
Akshata Murty (Hubballi, India, 42 años) posee un patrimonio de más de 800 millones de euros. Exactamente el 0,91% de las acciones de Infosys, la empresa de servicios tecnológicos fundada hace cuatro décadas por un joven programador informático, Narayana Murthy, que acabaría convirtiéndose en el Bill Gates de la India, y uno de los hombres más ricos del planeta. Su madre, Sudha Murthy, era ingeniera y programadora informática también.
Akshata Murty estudió Ciencias Económicas y Francés en el exclusivo —pero progresista en su tradición y planteamientos— Claremont McKenna College, en California. Más tarde se inscribió en el Instituto de Moda, Diseño y Marketing de Los Ángeles. Y finalizó su recorrido formativo con un MBA, un máster en dirección de empresas, en la prestigiosa universidad estadounidense de Stanford. Fue allí donde conoció a Rishi Sunak con el que ahora tiene dos hijas.
Los padres de Akshata Murty inculcaron en sus dos hijos la importancia de la educación y el trabajo duro. Murthy dijo que no había televisión en la casa para que sus hijos tuvieran tiempo para "cosas como estudiar, leer, debatir y reunirse con amigos".
Actualmente, uno de los principales intereses comerciales de la Sra. Murty es la filial londinense de Catamaran Ventures, una empresa fundada por ella y su esposo que invierte en start ups o empresas emergentes.
Desde el 'Brexit', la política británica no levanta cabeza: cinco primeros ministros en seis años, tres elecciones generales en cuatro y, en apenas dos meses, por Downing Street han pasado tres inquilinos distintos. Con estas cifras es evidente que recuperar la credibilidad de las ciudadanas y ciudadanos debe de ser la prioridad para Sunak. Él mismo ha querido llamar a la unidad en su primer discurso como primer ministro a las puertas de Downing Street: "No es ningún proyecto de un solo individuo, es un mandato que pertenece a todos y que nos une a todos".
El nuevo primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak, ha asumido el bastón de mando reconociendo que su predecesora en Downing Street, Liz Truss, cometió "errores" en sus escasas siete semanas de gestión y ha prometido que trabajará para ganarse la confianza de los ciudadanos, aunque serán necesarias decisiones "difíciles" a medio plazo.
Sunak ha apelado a su propia experiencia como ministro de Finanzas en plena pandemia de COVID-19 para reivindicar su currículum, al tiempo que ha defendido su legitimidad. En este sentido, ha señalado que la amplia mayoría obtenida en las elecciones de 2019 no era una "propiedad individual", asociada a Boris Johnson, sino que supuso el refrendo de un programa.
El nuevo líder se ha comprometido a seguir este programa, para por ejemplo aprovechar las "oportunidades" que dejó la salida de Reino Unido de la UE y "equilibrar" la economía, pero al mismo tiempo ha asumido que lo hace en un momento de crisis "profunda", en que el país no se ha recuperado aún de los efectos de la pandemia de COVID-19 y ahora hace frente a las derivadas de la "guerra de Putin" en Ucrania.
Sunak ha aplaudido la "determinación" de su predecesora al intentar hacer frente a los actuales desafíos --"no se equivocó al querer que haya crecimiento", ha dicho-- y sus "objetivos nobles". "Se cometieron algunos errores", aunque fuesen "sin mala intención", ha reconocido.
"Si he sido elegido líder del partido y primer ministro es para resolverlo y el trabajo comienza inmediatamente", ha subrayado Sunak, que aspira a "unir" al país y a ganarse la confianza de los ciudadanos, que técnicamente no le han votado como primer ministro y se inclinan ahora, según los sondeos, por conceder una nueva mayoría al Partido Laborista. "Juntos podemos lograr cosas increíbles. Crearemos un futuro que merezca los sacrificios que hemos hecho", ha aseverado.
Sunak, cuyos padres llegaron al Reino Unido desde África oriental en la década de 1960, es de ascendencia india. Su padre era médico, mientras que su madre llevaba adelante una farmacia en el sur de Inglaterra, algo que, según Sunak, le hizo sentir su deseo de servir al público. En este sentido, es la primera persona de una minoría étnica y la primera persona británicoasiática en llegar a la posición de primer ministro.
Sunak ha hablado públicamente sobre su ascendencia. En 2015 dijo en una entrevista con Business Standard que en el censo marca la casilla de británico indio. "Soy completamente británico, este es mi hogar y mi país, pero mi herencia religiosa y cultural es india, mi mujer es india. Soy abierto con respecto al hecho de ser hindú", declaró a la publicación.
También es el primer hindú en convertirse en primer ministro británico. Y llegó al cargo justo el día en que se celebra Diwali, el festival de las luces que marca uno de los días más importantes del calendario de esta religión (el propio Sunak hizo historia en 2020 cuando encendió las velas de Diwali frente al número 11 de Downing Street, la residencia oficial del canciller de Economía y Hacienda).
Sunak fue multado por el llamado 'Partygate', el escándalo en el que se vio envuelto el ex primer ministro Boris Johnson durante meses luego de que se supiera que se habían celebrado fiestas en el número 10 de Downing Street mientras el resto del país estaba bajo las restricciones por el covid-19.
Akshata y Rishi tienen una casa de cinco dormitorios en el exclusivo barrio londinense de Kensington valorada en ocho millones de euros; un apartamento en la zona chic de Old Brompton Road, en la capital británica; una mansión de arquitectura georgiana en North Yorkshire, de 1,7 millones, y un ático en la costa californiana de Santa Mónica (EE UU), de seis millones.