Este lunes se ha realizado el entierro de Lola Daviet, la niña de 12 años que fue asesinada en París hace algo más de una semana. El caso ha causado una enorme conmoción en Francia. La principal sospechosa, Dahbiah B., la joven argelina de 24 años con trastornos mentales que fue vista en el momento que abordó a la menor en su portal, sigue esperando sentencia.
Los familiares y amigos de Lola no encuentran consuelo. La pequeña fue cruelmente torturada y violada antes de morir. Su cuerpo fue encontrado en un baúl de plástico hace 10 días, en el patio interior de un edificio. Numerosas personas se han concentrado para apoyar a sus seres queridos y darle el último adiós. El crimen también ha despertado controversia en la política del país, ya que está siendo utilizado por la extrema derecha.
Dahbiah B., la presunta asesina, se encontraba en situación irregular en el país, una oportunidad que Marine Le Pen -de Agrupación Nacional- no ha querido dejar escapar para acusar al Gobierno de Emmanuel Macron de falta de mano dura con la inmigración.
Una "politización indecente", según el Ejecutivo. Además, el ultraderechista Zemmour aún va más allá y habla de 'Francocidio', como si la niña hubiese sido asesinada solo por el mero hecho de ser francesa. La teoría caldea el debate contra la inmigración y ya ha sacado ya a cientos de personas a la calle.