Naciones Unidas se ha mostrado muy preocupada por la destrucción de infraestructura energética crítica en Ucrania que, unida al "aumento vertiginoso" de los precios del gas y el carbón y las privaciones de estos por los últimos ataques, pueden exponer a millones de civiles a "penurias extremas" y condiciones que pongan en peligro su vida este invierno.
En este sentido, el organismo internacional ha recordado que según el Derecho Internacional humanitario, los ataques contra civiles e infraestructura civil están prohibidos, haciendo alusión a las agresiones registradas en Kiev, Jersón y Zaporiyia.
Asimismo, ha defendido que los referéndum celebrados en algunas regiones ucranianas ocupadas y los posteriores intentos de anexión carecen de validez jurídica en el plano internacional. Además, Naciones Unidas ha afirmado que la decisión de introducir la ley marcial y anunciar la evacuación de Jersón "plantea serias preocupaciones".
El viernes también ha reiterado su apoyo a "todos los esfuerzos encaminados a la rendición de cuentas" y ha recordado la importancia de que la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos tenga acceso "completo y sin trabas" a todas las áreas de Ucrania para continuar con su trabajo.
En el escrito, también recoge la investigación presentada por la Comisión Internacional Independiente esta semana en la que se certifica que existen motivos razonables para concluir que se han cometido crímenes de guerra y violaciones de los Derechos Humanos por parte de ambos bandos, aunque las tropas rusas son responsables de la mayoría.
En total, la Oficina de Derechos Humanos de la ONU cifra en 6 322 los civiles muertos. Casi 400 niños habrían perdido la vida desde el inicio del conflicto el pasado 24 de febrero.