El novedoso invento, realizado por SpinLaunch, se puso a prueba a finales de septiembre para demostrar que las cargas útiles con equipos sensibles pueden soportar las fuerzas G de su acelerador subordital A-33. El dispositivo, que tiene un sistema parecido al de un tirachinas, es capaz de mandar objetos al espacio a gran velocidad, como pudieron comprobar los más de 150 testigos que acudieron a la representación en Spaceport America, situado en el desierto Jornada del Muerto (Nuevo México, Estados Unidos).
Con este invento, la empresa tiene como objetivo poner en la órbita terrestre baja satélites pequeños de la NASA. Ayudando así al medioambiente al no usar los cohetes tradicionales que tienen un elevado gasto de combustible. Según han informado desde SpinLaunch, este utiliza un sistema de lanzamiento cinético eléctrico para poner en órbita los dispositivos, lo que lo convierte en un dispositivo menos costos y más sostenible con el medioambiente que los que conocemos hasta hoy en día.
"Los datos y los conocimientos recopilados de las pruebas de vuelo serán invaluables tanto para SpinLaunch, a medida que avanzamos en el desarrollo del sistema Orbital Launch, como para nuestros clientes que buscan que les brindemos acceso sostenible de bajo costo y alta cadencia al espacio", señala Jonathan Yaney, fundador de la empresa.
Hasta ahora, la gran estructura de 50,4 metros de alto puede poner en órbita satélites de hasta 200 kilogramos, ya que alcanza velocidades desde los 1.200 a los 8.000 kilómetros por hora. Como han explicado desde la compañía, este sistema de lanzamientos no ha sido posible hasta nuestros días debido a las escasas innovaciones tecnológicas. "La fibra de carbono moderna y la miniaturización de los componentes electrónicos son las razones fundamentales. La fibra de carbono emergió con un compuesto de gran dureza en los años 60 y ha sido hace poco tiempo cuando ha podido ser utilizado en aplicaciones aeroespaciales, expandiéndose su uso industrial".
En un futuro, SpinLaunch quiere llevar estas innovaciones más allá, y aplicar su modelo en naves tripuladas, para abaratar así los costes que supone poner en órbita estas grandes estructuras.
Además, la última demostración de SpinLaunch ha llamado la atención de la grandes compañías como NASA, Airbus, Cornell University y el fabricante de satélites Outpost Space, llevando en el interior del vehículo utilizado para la prueba, cargamento de estas organizaciones. Quienes también han aportado multitud de sensores como acelerómetros, giroscopios o magnetómetros, que ayudarán ha perfeccionar este novedoso sistema.