Estas tormentas en el polo norte de Júpiter son tan gigantescas que cada una de ellas es aproximadamente del tamaño de Estados Unidos. La nave Juno de la NASA ha obtenido esta imagen hipnótica de los nueve ciclones color fuego que se agrupan en formas geométricas y que está fascinando a los científicos.
La sonda Juno de la NASA que orbita Júpiter nos está brindando un entendimiento cada vez más profundo sobre misteriosa la atmósfera del planeta y los procesos invisibles que suceden bajo ella, desde los cinturones y zonas de nubes que lo rodean hasta la emblemática Gran Mancha Roja, que es el mayor vórtice anticiclónico del planeta, aunque no es el único.
La nueva imagen muestra un grupo de nueve ciclones en el polo norte de Júpiter que ha fascinado a los científicos.
En su análisis ha participado un grupo dirigido por Andrew Ingersoll, profesor de Ciencias Planetarias de Earle C. Anthony en el Instituto de Tecnología de California. Los resultados de su investigación se publican en un nuevo artículo en la revista Nature Astronomy.
“Desde 2017, la nave espacial Juno ha observado un ciclón en el polo norte de Júpiter rodeado por ocho ciclones más pequeños dispuestos en un patrón poligonal. No está claro por qué esta configuración es tan estable o cómo se mantiene”, escriben los autores.
"Los polígonos y los vórtices individuales que los componen se han mantenido estables durante los 4 años desde que Juno los descubrió. Los patrones poligonales giran lentamente, o no giran en absoluto", dicen los investigadores. Con "polígonos" se refieren a los sistemas de tormentas geométricos.
Usando las imágenes obtenidas por el espectrómetro de mapeo JIRAM en la nave Juno, los científicos han encontrado un anillo anticiclónico entre el ciclón polar y los ciclones circundantes, lo que respalda la teoría de que tal protección es necesaria para la estabilidad del patrón poligonal.
Es decir, encontramos un ciclón central cerca del polo, y otros ocho bailando alrededor, lo cual crea un “anillo” que, según los autores del estudio, estaría favoreciendo ese estancamiento de las tormentas.
En el polo sur ocurre lo mismo, pero en ese caso se trata de cinco ciclones con patrón pentagonal.