Los trabajadores de las refinerías de Francia siguen firmes y advierten que continuarán con la huelga pese a que el Gobierno ha activado este miércoles la intervención de algunas plantas para que suministren combustible a las gasolineras.
El objetivo del Elíseo es paliar la escasez de gasolina en las estaciones de servicio, algo que está ocasionando numerosos problemas en el país vecino.
Los operarios de las refinerías piden un aumento salarial de hasta el 10% para compensar la inflación.
Los trabajadores piden que se redirijan hacia los empleados parte de los beneficios extraordinarios que se están embolsando las petroleras este año en el contexto de crisis energética que vive Europa por la guerra en Ucrania.