Cason Feuser, un niño canadiense de 8 años, ha sobrevivido al ataque de un puma. El animal le mordió en la cabeza y el pequeño aún se recupera de sus heridas. La madre de un amigo suyo logró espantar al animal y que este no acabase con su vida. Poco antes, en junio, Lily, una niña de 9 años, fue atacada también por un puma en Washington (EEUU).
Los hechos ocurrieron el 31 de julio cuando el menor jugaba junto al río Bishop, cerca de Rocky Mountain House, en Alberta (Canadá). Se encontraba bajo la supervisión de una amiga de sus padres, que estaban en Dawson Crew en ese momento, donde el progenitor del niño trabaja.
La mujer a cargo del niño Alishea Morrison, de 40 años, se había llevado a Cason, a sus dos hermanas, a su hijo y a dos sobrinas de acampada, cuando el animal atacó por detrás al menor.
El puma se lanzó directamente a la cabeza del niño y lo sacudió tratando de romperle el cráneo. En ese momento, Alishea lanzó una piedra contra el felino y su perro salió detrás de él, ante lo que el animal huyó despavorido.
Tras esto, cuenta, según publica el diario Daily Mail, “recogí a Cason y corrí con él hacia el tráiler, le envolví la cabeza y el cuello con una toalla y tuve que pedirle a mi sobrina que me ayudara a mantener la presión durante un par de segundos mientras sacaba el móvil”.
"La ambulancia llegó 26 minutos después de que llamé al 911 y todo el tiempo tuve mucho miedo de que Cason muriera a causa de sus heridas, ya que eran bastante importantes", cuenta la mujer que es enfermera.
De hecho, fue trasladado en avión al Stollery Children's Hospital, en Edmonton (Alberta), a donde acudieron sus padres Chay y Corey Feuser poco antes de que le operasen durante tres horas para cerrar las heridas del cuello y de la cabeza.
Los médicos dijeron que había sido un “milagro” que Cason hubiese sobrevivido porque el puma no llegó a las vías respiratorias ni la arteria principal del cuello por milímetros.
El niño, que se encuentra fuera de peligro, continúa recuperándose en casa. Su madre ha compartido la historia para que otros padres tengan aún más presente la presencia de estos animales salvajes en la naturaleza.