Silencio sepulcral en la llegada de los féretros de las 37 víctimas de la masacre en la guardería de Tailandia

Tailandia continúa conmocionada por la matanza de 37 personas, 22 de ellas niños, a manos de un expolicía que se suicidó después de cometer los crímenes.

Se trata del peor tiroteo masivo vivido en Tailandia desde que en febrero de 2020, un soldado abriera fuego dentro de un centro comercial de la ciudad de Nakhon Ratchasima y matara a 29 personas e hiriera a otras 58 antes de que la Policía pudiera abatirle.

Máximo respeto ante la llegada de los féretros

En el momento en el que un convoy de ambulancias traslada a las víctimas hasta la morgue del hospital, los sanitarios reciben a los vehículos en un silencio sepulcral como forma de respeto.

El personal sanitario y los funcionarios permanecen junto a ellos en un pasillo e, incluso, hacen reverencias a su paso. El silencio se instala con la llegada de los féretros de los menores. Las víctimas mortales tan solo tenían entre dos y cinco años.

La masacre en la guardería

A las puertas de la guardería, pocos lograban mantenerse en pie o contener el llanto. Madres, padres y familiares derrumbados incapaces de asimilar lo inconcebible: 22 niños de entre dos y cinco años han sido asesinados mientras dormían la siesta por un expolicía con antecedentes por narcotráfico y por consumo de drogas.

Entró dando una patada, buscaba a su hijo, alumno del centro. Al no encontrarlo, mató primero a las dos profesoras, una de ellas embarazada de ocho meses. Después siguió con los niños, recuerda una de las cuidadoras que logró escapar. "Solo sé que llevaba un cuchillo curvo, como para segar la hierba", recuerda ante los medios de comunicación la profesora.

Después, huyó en su furgoneta y atropelló y disparó a quienes se lo cruzaron de camino a casa. Allí mató también a su mujer y a su hijo antes de suicidarse.

Los sanitarios que entraron en la guardería tardarán en volver a poder dormir. "Es una escena que nadie quiere ver, es horrorosa" aseguraba uno de los hombres que tuvieron que entrar al centro educativo. Los pequeños ataúdes se acumulan en la morgue de este pueblo del norte de Tailandia, golpeado por una masacre imposible de olvidar.

Naciones Unidas condena el ataque a una guardería en Tailandia

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha trasladado su condena por el ataque a una guardería. "El secretario general está conmocionado y entristecido por el horrible tiroteo masivo en una guardería del noreste de Tailandia", ha trasladado el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, en un comunicado.

Tras conocerse el incidente, desde Estados Unidos, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, también ha mostrado sus condolencias por lo ocurrido. "Las imágenes son desgarradoras", ha señalado.

"Nuestras sinceras condolencias a las familias que han perdido a sus seres queridos. Condenamos este acto de violencia y estamos preparados para apoyar a nuestro tradicional aliado Tailandia en lo que necesite", ha señalado Sullivan en un breve comunicado.