{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
Un trabajador de la planta hidroeléctrica Wandong, fue encontrado vivo tras el terremoto en el que murieron sus compañeros y pasar 21 días perdido en una zona montañosa de Sichuan. Un residente local de la zona rural encontró a Gan Yu este miércoles , según informó la Radio Nacional China (RNC), que calificó el caso como un "milagro".
La pesadilla de Gan Yu comenzó el pasado 5 de septiembre tras el seísmo de 6,6 grados que afectó a la provincia suroccidental china de Sichuan que dejó al menos 93 muertos.
Gan Yu estaba trabajando con su colega Luo Yong cuando ocurrió el terremoto y los dos que resultaron ilesos trataon de atender a sus compañeros heridos y evitar una inundación por la salida de agua de la represa.
Los dos hombres caminaron unos 20 kilómetros para dejar atrás la planta, pero Gan, quien sufre de miopía severa y había perdido sus gafas en el terremoto, tuvo muchas dificultades en salir de la zona montañosa, según contó la RNC.
Los dos hombres dejaron señales a los equipos de rescate sin éxito. "Nos quitamos la ropa, la colgamos en ramas de árboles y la ondeamos", contó Luo a la radio. Al final, decidieron que Gan, que apenas veía sin gafas, permaneciera en un lugar mientras Luo salía a buscar ayuda.
Luo fue encontrado el 8 de septiembre después de usar fuego para llamar la atención de un helicóptero, pero cuando llegaron al refugio temporal donde estaba Gan, el 11 de septiembre, se había ido tras desesperararse.
Un agricultor local que volvía a a su aldea en la base de la montaña donde se ubica la planta hidroeléctrica se unió a la búsqueda de Gan, tras enterarse del operativo para encontrarlo.
Después de dos horas de camino, el agricultor escuchó los gritos apagados de Gan y poco después lo encontró bajo unos árboles. Tras avisar al equipo de rescate, Gan fue rescatado por un helicóptero y trasladado a un hospital, donde los médicos determinaron que tenía múltiples fracturas óseas, según la televisión oficial CCTV.
Gan tembloroso y demacrado se comió un bocadillo que le ofrecieron antes de ser trasladado al helicóptero que lo sacó del infierno.