Esta semana se han conocido nuevos detalles del accidente de avión en el que Emiliano Sala, futbolista argentino de 28 años, perdió la vida el pasado mes de enero de 2019. Tras más de tres años y medio de la muerte del futbolista, se ha publicado un audio que el piloto del avión envió a un amigo suyo momentos antes de producirse el accidente mortal. Al parecer, David Ibbotson, piloto que llevó a Emiliano Sala en el accidente mortal del futbolista argentino en 2019, avisó a un amigo de que había escuchado un ruido en su vuelo anterior y que el avión que los transportaba a ambos sufría problemas.
La cadena de televisión 'BBC' ha compartido un mensaje de audio que mandó el piloto a un amigo suyo comentando los problemas que sufría la aeronave antes del fatal accidente. "Normalmente llevaría mi chaleco salvavidas en el asiento, pero mañana lo llevaré puesto", comentaba David Ibbotson a su amigo. En ese mensaje, aseguró que en su vuelo previo al del accidente escuchó un "bang" procedente de la aeronave cuando sobrevolaba el Canal de la Mancha.
"Estoy en medio del canal y ¡bang!. Sigo volando y luego un ¡boom!. Y he pensado: '¿Qué va mal?' Así que comprobé los parámetros y todo estaba bien, por lo que seguí volando, pero fue una llamada de atención", se puede escuchar al piloto de la aeronave en el mensaje de audio.
El piloto, que no tenía licencia para transportar pasajeros en vuelos comerciales, le contó a su amigo que el freno izquierdo no funcionaba a su aterrizaje en Nantes y que la aeronave "tendría que ir al hangar".
La avioneta en la que viajaba Emiliano Sala se estrelló en el mar cuando cruzaba el canal de la Mancha, los radares perdieron su rastro durante el vuelo. Las autoridades tardaron dos semanas en localizar los restos de la avioneta y confirmar que el cadáver hallado dentro era el del jugador argentino.
La investigación del Gobierno del Reno Unido sobre el accidente de avioneta en el que perdieron la vida el futbolista argentino Emiliano Sala y el piloto David Ibbotson el 21 de enero del 2019 revela que la aeronave volaba a una velocidad significativamente superior a la normal cuando el piloto perdió el control del aparato. Además, "ni el piloto ni la aeronave tenían las licencias o permisos necesarios para operar comercialmente", concluye el informe de los especialsitas de la Air Accidents Investigation Branch (AAIB).
"A las 20:16 (hora local), probablemente mientras maniobraba para evitar el mal tiempo, el avión se perdió del radar y golpeó el mar a 22 millas náuticas al norte-noroeste de Guernsey (dependencia británica al oeste de las costas de Normandía, Francia)", detallaba el informe, que indicaba tres factores causales que provocaron el desastre aéreo.
En primer lugar, la pérdida de control, acontecida durante un giro manual "que probablemente se inició para recuperar las Condiciones Meteorológicas Visuales". En segundo lugar, el aparato sufrió una ruptura en vuelo que se produjo "mientras el piloto maniobraba a una velocidad aerodinámica significativamente superior a su velocidad de maniobra de diseño". Finalmente, se detectó monóxido de carbono. "El piloto probablemente se vio afectado por el envenenamiento" de ese componente tóxico, concluía el informe.
Sala e Ibbotson se estrellaron en el Canal de la Mancha en enero de 2019, cuando este se trasladaba de Nantes a Cardiff para convertirse en el fichaje más caro de la historia del Cardiff City, por una cantidad cercana a los 20 millones de euros. El cuerpo de Sala fue rescatado de entre el fuselaje del avión días después, pero el del piloto nunca fue encontrado.
El jugador del Nantes se dirigía a Cardiff para firmar por el equipo galés (a cambio de más de 17 millones de euros) cuando sufrió el trágico accidente. Una nueva investigación apunta a que una intoxicación pudo colaborar a su fallecimiento. El caso sigue generando controversia tres años después. En las investigaciones y en los análisis forenses se apunta a que Sala murió a causa de las lesiones del accidente (en la cabeza y el torso) y una intoxicación previa.
Los resultados de los test toxicológicos señalan que el futbolista de Cululú sufrió un "envenenamiento severo" de monóxido de carbono. Se detectó un 58% de saturación en sangre de este compuesto. La alta exposición de este gas habría provocado que estuviese "profundamente inconsciente" en el momento de la tragedia.