El primer informe oficial sobre el accidente aéreo que costó la vida al futbolista Emiliano Sala y al piloto que lo llevaba rumbo a Cardiff, que ha elaborado la Agencia de Investigaciones de Accidentes Aéreos Británica (AAIB), señala que el mal tiempo pudo ser una de las causas del accidentes.
El informe, que muestra las primeras imágenes del aparato siniestrado recoge que el avión Piper PA-46-310P Malibu, pilotado por David Ibbotson, fue hallado a 63 metros bajo mar en el Canal de La Mancha, y estaba roto en tres partes, unidas por el cableado eléctrico.
El avión en el que iba Emiliano Sala despegó de Nantes a las 19,15 hora el 21 de enero pasado. A las 19,58h el control de tráfico aéreo de la isla de Jersey contactó con el piloto y para preguntarle si su altímetro estaba funcionando porque el radar indicaba que estaba volando muy por debajo de la altura recomendada.
Minutos después, el piloto, cuyo cadáver no se ha encontrado, pidió permiso para reducir su altitud hasta en dos ocasiones, a las 20.02h y a las 20.12h.
Según el informe el avión redujo su altitud dos veces y se elevó dos veces. Después desapareció de los radares. Además, señala que la meteorología presentaba registraba “lluvias, algunas muy pesadas, atravesando la región”.
El piloto utilizó un software de planificación de vuelo y navegación instalado en su portátil para crear la ruta entre Nantes y Cardiff. Esta información estaba guardada en la nube de Ibbotson. El PC, en cambio no se ha hallado entre los restos de un avión que tampoco estaba equipado con un registrados de datos de vuelo.