Gavana M.M de 29 años ha sido detenida por asesinar a su hija de ocho años en Bolivia. Por ello, ha sido condenada a 30 años de prisión por haber cometido el parricidio. Los hechos ocurrieron el 17 de abril de 2020 en la ciudad de Sucre. La parricida decidió acabar con la vida de su hija, dándole de beber insecticida, para evitar que la pequeña contara las infidelidades que estaba cometiendo. Un suceso similar ocurrió en este país el pasado mes de agosto. Un hombre mató a sus hijos menores y luego intentó suicidarse.
El fiscal del departamento de Chuquisaca, Mauricio Nava Morales, ha indicado que en la audiencia del juicio oral se demostró que la mujer es la autora material de la muerte de su hija. Durante la misma, se presentaron todas la pruebas recabadas en la etapa preparatoria, como por ejemplo, el dictamen pericial en toxicología que demuestra que la menor ingirió un insecticida. Además, la autopsia realizada por el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF), determinó como causa del fallecimiento asfixia mecánica por obstrucción de vías aéreas inferiores por contenido gástrico. Así lo recoge Debate.
La parricida, presuntamente, alteró la escena del crimen para simular que la pequeña se había quitado la vida. Gavana salió de su vivienda y minutos después regresó y fingió haber encontrado sin vida a su hija. El padre de la niña llamó a la Policía para notificar el suceso, pero tras investigar lo ocurrido descubrieron que quien cometió el asesinato fue la propia madre.
"La mujer reconoció haber cometido el delito y solicitó someterse a la salida alternativa de procedimiento abreviado, por ello los miembros del Tribunal dictaron la máxima pena sin derecho a indulto, explicó el fiscal.