Se calcula que cerca de 800.000 personas han pasado por la capilla ardiente de Isabel II. Algunos apuntan al millón. Han sido cinco días de colas kilométricas, de tiempos de espera que en su punto máximo ha superado las 20 horas. Los ciudadanos de a pie han presentado sus condolencias, pero también jefes de Estado y de Gobierno.
Como los reyes de España, quienes a media tarde del domingo acudían a su cita con la historia. En Westminster se han despedido de Isabel II, una cita que nadie se ha querido perder.
Felipe VI y Letizia vestían de luto riguroso. Él se ha santiguado al llegar y al marchar, ella no. Ha llamado la atención el gesto especialmente compungido de la reina.
Un minuto es lo que apenas han estado en un balconcillo vip con overbooking de autoridades durante durante el último día de la capilla ardiente de Isabel II. Ha habido personalidades de todas las latitudes del mundo y de todos los rangos. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el de mayor rango. Ha sido el único que ha podido trasladarse en su propio coche. Nunca lo hace de otro modo alegando razones de seguridad.
Han sido hasta 8 kilómetros de cola, unas 20 horas de espera en la que los británicos de a pie –y otros no tanto , como Theresa May o David Beckham- han tenido que bordear el río, subir rampas o doblar esquinas… como mucha paciencia.
"Empezar, parar, empezar, parar...". Así resumía Jack resumía su cola. Julie, va más allá y admite que casi se rinde a la mitad. "Estoy cansada y dolorida” pero lo consiguió.
Ha sido una más de esas 800.000 personas que se calcula, han pasado por la capilla ardiente de Isabel II hasta el cierre esta mañana.