Los miembros de la familia real británica se reunieron el pasado miércoles en Westminster Hall para recibir la llegada del féretro de Isabel II e instalar la capilla ardiente, cuya fila de espera ha sido todo un récord de asistencia desde que se abrió. En un acto solemne e íntimo, llamó la atención la ausencia de una de las personas más cercanas a la monarca, Angela Kelly, su modista, estilista y confidente personal. Habrá que ver si acude al funeral de Estado que se celebrará este lunes.
Kelly fue una de las personas que acompañaron a la monarca hasta el final, al igual que Paul Whybrew, su 'footman' (lacayo). Conocido como Paul 'El Alto', acompañó a la soberana en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 e Isabel II solía invitarle a ver la televisión con ella para comentar la actualidad.
También está John Warren, encargado del cuidado y entrenamiento de los caballos, un empleó que heredó de su suegro, Lord Porchester, fallecido en 2001. Este, al que cariñosamente llamaban 'Porchie', fue uno de los amigos más íntimos de Isabel II. De hecho, se rumoreó sobre una supuesta relación extramatrimonial entre ellos.
El círculo más íntimo de la monarca también estaba compuesto por varias damas de compañía como Lady Susan Hussey, a quien conocía desde hace más de seis décadas y que le acompañó en el funeral del duque de Edimburgo, y Susan Rhodes, nuera de Margaret Rhodes, considerada la mejor amiga de la reina. Y, por supuesto, la mencionada Angela Kelly.
Antes de morir, en su testamento, Isabel II dejó claro que Kelly debe mantener la residencia de la que disfruta como responsable de su vestuario, según ha indicado el diario británico The Daily Mail. Esta vivienda de cortesía se encuentra junto al castillo de Windsor, donde la modista pasó junto a la monarca los meses de confinamiento.
Nacida en Liverpool en 1957, la diseñadora conoció a la reina por casualidad hace más de 20 años cuando trabajaba como ama de llaves en la casa del entonces embajador británico en Alemania. Durante una visita oficial de Isabel II al país germano, tuvo la ocasión de charlar con ella. Fue entonces cuando Kelly le explicó que tenía en sus planes regresar a Reino Unido.
Al año siguiente, Isabel II decidió incorporarla como su ayudante de vestuario. "Supongo que le gusté y decidió que era lo bastante discreta para ser digna de su confianza", señaló Angela Kelly muchos años después en una entrevista.
Kelly tenía un trato frecuente con Isabel II y fue ganándose su amistad a pesar de los 30 años de diferencia que les separaban. "Me ha permitido ser una persona cercana a ella, aunque nunca me paso de la raya. Solemos hablar de ropa, maquillaje y joyas, como dos mujeres normales", reconoció. De hecho, sería la responsable, según manifiestan varios medios, del atuendo con el que se enterrará este lunes a la reina.
En 2006, Isabel II condecoró a la estilista con las insignias de la Real Orden Victoriana, una orden de caballería creada para reconocer los servicios prestados por el personal de la monarca británica.
Muestra de la estrecha relación y la confianza que la soberana tenía, Kelly ha sido autora de dos libros que han contado con la aprobación expresa de Isabel II. En el último, reeditado este mismo año, compartía anécdotas sobre el confinamiento de la soberana o la manera en la que la reina gestionó la muerte de su marido.
Por eso, llama y mucho la atención que no haya estado presente públicamente durante los actos de estos días de luto.