El rey Carlos III de Inglaterra se ha acercado por sorpresa a saludar a parte de las miles de personas que hacen cola para acceder al Palacio de Westminster y desfilar ante el féretro de su difunta madre, Isabel II.
A Carlos III le ha acompañado su hijo Guillermo, primero en la línea de sucesión al trono y príncipe de Gales, y juntos han saludado a quienes esperaban cerca del Palacio de Lambeth, en el centro de la capital británica.
Previamente, el rey había visitado junto a su heredero la sede de la Policía Metropolitana, en un gesto simbólico de agradecimiento ante los evidentes retos que están suponiendo los homenajes a Isabel II en materia de seguridad.
La capilla ardiente, abierta desde el miércoles y que cerrará el lunes a primera hora, poco antes del funeral de Estado, acumula hasta 14 horas de cola, según las estimaciones del Gobierno, que no descarta volver a cerrar el acceso si se vuelve a saturar.