Carlos III ha sido proclamado rey de todo Reino Unido tras la muerte de su madre, la reina Isabel II. Sin embargo, este no cuenta con tanta popularidad. Los jóvenes británicos prefieren una monarquía más progresista, como la que podría ofrecerles su hijo Guillermo.
La muerte de Isabel II ha hecho aflorar entre los jóvenes las dos realidades que conviven en este país. Los hay que, como Ian, dan un voto de confianza al nuevo monarca. "Tengo confianza en que como nuevo rey pueda mantener unido el país", dice. Y como él hay más.
Otros muchos jóvenes han abierto la caja de pandora y a la pregunta de si les hubiera gustado más que el sucesor fuera Carlos o su hijo Guillermo, se inclinan por este último. Prefieren una monarquía más progresista que encaje con ellos.
"Pese a que está educado para ello, Carlos no tiene el carisma que sí tienen sus hijos, que han sabido acercarse a nosotros", argumenta Lisa.
En estos tiempos de influencers, de dominio de las redes sociales, Carlos III no es ni de lejos una referencia para los jóvenes británicos. Las últimas encuestas, y son datos de junio, mostraban que un 62 por ciento de la población apoyaba a la monarquía pero entre los menores de 24 años es dato se reduce a tan solo un 31 por ciento, menos de un tercio de la población.
Para sobrevivir, la institución monárquica no solo debe remontar su popularidad. "Es un concepto pasado de moda", admite una joven londinense. El reto del nuevo monarca es mantener viva la llama de la monarquía en este siglo XXI.