El mismo día de la proclamación de Carlos III como rey, la Familia Real británica ha asistido a una misa privada en la iglesia de Crathie Kirk, cerca del Castillo de Balmoral, en Escocia, donde falleció la reina Isabel II.
Tras la ceremonia, varios de los miembros de la Familia Real han realizado gestos a las personas congregadas en el lugar y han examinado algunos de los ramos de flores que habían sido depositados en recuerdo de la difunta Isabel II.
Los familiares de la reina han llegado a la iglesia en cuatro todoterrenos y han salido a pie. Entre ellos están la princesa Ana, su marido, Tim Laurence, y los hijos de ambos, Zara Tindall y Peter Phillips. Igualmente estaban el príncipe Andrés y sus hijas, las princesas Beatriz y Eugenia, y los condes de Wessex, Eduardo y Sofía con su hija Luisa. El rey Carlos, el príncipe de Gales, Guillermo, y el príncipe Enrique ya se marcharon el viernes del Castillo de Balmoral.
"Nos han permitido un día. Ahora empezamos con el proceso de entregarla", ha explicado el príncipe Andrés, quien ha agradecido a la gente que ha visitado Balmoral.
La princesa Eugenia ha dado la nota emotiva al acto apareciendo visiblemente emocionada y llorosa frente a las coronas de flores y recuerdos colocados por la población cerca de Balmoral. Andrés, el duque de York, ha rodeado con su brazo a Eugenia y le ha secado las lágrimas.